Nerea González
Cannes (Francia), 16 oct (EFE).- "Parece que, como no murió, su historia no fuera tan interesante, lo cual es bastante loco", afirma Alicia Vikander sobre Catherine Parr, la última esposa de Enrique VIII de Inglaterra, a la que encarna junto a Jude Law en ‘La última reina’ (‘Firebrand’), un drama histórico del brasileño Karim Aïnouz.
"Como la mayor parte de la gente, he visto muchas versiones en la televisión y en el cine sobre los tiempos de los Tudor. Pero creo que de la que sabía menos es de Catherine Parr y parece que es lo que pasa en general", explicó la actriz, de 36 años y nacida en Gotemburgo (Suecia), en una entrevista con EFE.
Para Vikander, que Parr no tuviera un destino tan dramático como las cinco esposas de Enrique VIII que la precedieron no hace menos fascinante a este personaje.
Por eso, poder profundizar en esta parte menos conocida de la era de Enrique VIII fue una de las cosas que más atrajeron a Vikander del guion de ‘La última reina’, un drama histórico que tuvo su gran estreno en competición oficial en el Festival de Cannes de 2023.
Catherine Parr (1512-1548) fue la única de las seis esposas de Enrique VIII a la que no solo no hizo a un lado, sino que sobrevivió al caprichoso monarca.
Más allá de lo matrimonial, también fue su regente mientras él dirigía a las tropas en Francia y la primera mujer en Inglaterra en publicar sus propios escritos con su firma y en inglés ('Prayers or Meditations', 1545).
"Sentí mucha curiosidad sobre cómo hizo esta mujer (...) ¿Cómo se las arregló? ¿Cómo se las arregló con este hombre, con su temperamento, con lo tirano que era? Y no solo para sobrevivir sino también para ser tan progresista", compartió la actriz.
La historia de ‘La última reina’ es, de hecho, un relato de supervivencia. Arranca en el final del periodo de su regencia, con la vuelta de Enrique VIII a una corte que está lista para revolverse contra Parr aprovechando el carácter volátil y déspota del monarca.
El rey inglés al que interpreta Law, por su parte, vive horas bajas a causa de una herida crónica y ulcerada que lo vuelve especialmente temperamental. En esas circunstancias, la vida de Parr depende de evitar su propia condena antes de que le llegue la muerte de su esposo.
Para recrearla, Vikander leyó las propias palabras de Parr en sus pioneros escritos 'The Lamentation of a Sinner' (1547) y 'Psalms or Prayers' (1544, publicado anónimamente).
"Poder leer una voz femenina (de esa época) es algo que casi no haces y eso da mucho sabor y textura, el tener un destello de su propia personalidad. Porque por supuesto cuando haces una historia sobre algo que ocurrió hace tanto tiempo no sabes nunca realmente lo que ocurrió", completó.
Lo que hace ‘La última reina’ es tratar de "rellenar los huecos" entre los hechos históricos de los que tenemos constancia, indicó la actriz, y eso es algo que el propio Aïnouz resalta con un mensaje al inicio de la película.
Tanto el realizador brasileño como las dos estrellas protagonistas coincidieron en que no iban a hacer un retrato de personajes históricos o grandes eventos, sino algo más cercano al "drama doméstico".
Respecto a cómo hubiera sido la historia si mujeres como Parr hubieran estado al mando, en vez de tratando de ganarse su espacio -y su supervivencia- entre bambalinas, para Vikander nadie lo puede saber, ya que al final la historia ha sido más un juego de estructuras de poder que de género.
"Si las mujeres hubieran tenido el poder hace 500 años no sé cómo se hubieran comportado", reflexionó.
Lo que sí tiene claro es que le encantó trabajar con Aïnouz. De hecho, la oportunidad de estar a sus órdenes fue una de las cosas que motivaron su sí a la película, ya que a Vikander le había gustado mucho "La Vie invisible d'Eurídice Gusmão" ("La vida invisible de Eurídice Gusmão", 2019) cuando el brasileño la presentó también en Cannes.
"Fue una de las cosas que me atrajo del proyecto, que tenía esta mirada extranjera y este temperamento brasileño latino que podía dar un nuevo toque a una historia como esta", detalló. EFE
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