Quito, 15 oct (EFE).- El Gobierno de Ecuador anunció este martes el retiro del subsidio de electricidad a las empresas mineras, en medio de la crisis energética que atraviesa el país, mientras la Cámara de Minería del Ecuador (CME) insiste en que no reciben subsidio estatal.
El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, indicó en su cuenta de la red social X que junto con la ministra de Energía y Minas en funciones, Inés Manzano, han dado "el primer paso para que el subsidio a la electricidad no vaya a los mayores consumidores".
Actualmente, al menos una de las dos minas industriales que se encuentran en operación en Ecuador pagan un precio diferenciado por el servicio eléctrico que ronda los 7 centavos de dólar por kilovatio hora, mientras que el costo para un hogar es de aproximadamente 11 centavos de dólar por kilovatio hora.
"Las mineras en Ecuador consumen más energía de la que necesita un hospital para operar. Y, aún así, su tarifa de energía ha sido subsidiada por el Estado", señaló Noboa.
Agregó que ese "subsidio incongruente e injusto que han tenido las mineras, no va más" para un sector que se ha vuelto clave en las exportaciones ecuatorianas, con una facturación al exterior de 3.324 millones de dólares en 2023, lo que supuso un nuevo récord histórico, mientras que de enero a julio de 2024 se exportaron minerales por valor de más de 1.800 millones de dólares.
"Los subsidios deben ir a quien más los necesita. Con sentido de justicia y acciones, estamos arreglando el sistema roto que nos dejaron. No pararemos", finalizó.
El mensaje lo publicó en momentos en que Ecuador atraviesa una crisis energética, que ha obligado a aumentar desde la semana pasada los apagones programados, con hasta diez horas diarias, en distintos segmentos horarios.
En una primera reacción, la presidenta ejecutiva de la Cámara de Minería de Ecuador, María Eulalia Silva, reiteró que "no hay subsidio a la electricidad de las mineras".
Según la Cámara de Minería, las tarifas del sector se enmarcan en los precios "fijados para el sector industrial determinados a través del pliego tarifario previamente aprobado por el Gobierno nacional".
Representantes del sector minero han enfatizado que no buscan un trato preferencial o subsidios especiales, "sino simplemente un trato equitativo similar al que se otorga a cualquier otro sector industrial que tome en cuenta las inversiones significativas y de largo plazo de la industria".
La Cámara de Minería ha destacado las inversiones hechas por el sector minero en infraestructura eléctrica para asegurar el suministro tanto a las operadoras mineras como a las comunidades locales.
Como ejemplo, citó la inversión de 22 millones de dólares realizada por la canadiense Lundin Gold, operadora de la mina de oro Fruta del Norte, para cubrir parcialmente los costos y gastos de la construcción y puesta en marcha del Sistema de Transmisión Eléctrico de doble circuito a 230 kilovoltios Taday (en la provincia del Azuay)-Bomboiza (en Morona Santiago), de aproximadamente 120 kilómetros.
Además, la empresa de capitales chinos Ecuacorriente, operadora de la mina de cobre Mirador, contribuyó con 34 millones de dólares para la construcción de esa línea de transmisión y, adicionalmente, construyó sus propias subestaciones eléctricas, indicó la Cámara en mayo pasado en un comunicado.
"En un acto de solidaridad y responsabilidad, las operadoras de Fruta del Norte y Mirador contribuyeron al alivio de la crisis energética nacional mediante la desconexión del sistema interconectado utilizando sus propios recursos energéticos, liberando así capacidad para el resto del país", remarcó la Cámara.
En Ecuador -que atraviesa por una grave sequía en la zona de sus principales centrales hidroeléctricas- la matriz de generación de electricidad depende en más de un 70 % de sus centrales, especialmente la de Coca Codo Sinclair, la más grande del país, con 1.500 megavatios de potencia, mientras el embalse de Mazar alimenta a un complejo de tres centrales en el río Paute, con una potencia en conjunto de más de 1.700 megavatios. EFE
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