Quito, 14 oct (EFE).- El Gobierno de Ecuador descartó alquilar una segunda planta eléctrica flotante para hacer frente a la crisis energética que atraviesa el país, con apagones programados de hasta diez horas al día debido a una grave sequía en sus principales centrales hidroeléctricas.
Si bien en un inicio el Gobierno ecuatoriano había anunciado el lanzamiento de un proceso de licitación para el alquiler de un buque con capacidad para generar 250 megavatios de potencia, la ministra interina de Energía y Minas, Inés Manzano, señaló que a cambio se adquirirá plantas móviles para ser instaladas en tierra.
"Lo que estamos haciendo, que es algo mejor y que el presidente (Daniel Noboa) ya ha tomado la decisión, es traer generación móvil. Estamos haciendo la compra porque esto va a quedar al país", dijo Manzano en una entrevista con el canal de televisión Teleamazonas.
La ministra, nombrada inicialmente para la cartera de Ambiente, Agua y Transición Ecológica, indicó que se espera para mediados de noviembre tener ya en el país esta infraestructura, que se está adquiriendo a través de dos bloques de 350 y 800 megavatios, respectivamente.
Desde septiembre está en funcionamiento el buque Emre Bey, una planta eléctrica flotante alquilada con 100 megavatios de potencia a la empresa Karpowership, del grupo energético turco Karadeniz. Este barco se encuentra conectado a la subestación eléctrica Las Esclusas, en el sur de la ciudad de Guayaquil.
El contrato de alquiler de la primera planta eléctrica flotante que llegó a Ecuador es de 18 meses, con un coste para el Estado ecuatoriano de 115 millones de dólares.
En la misma entrevista Manzano señaló que los apagones programados pueden extenderse hasta enero, ya que los esfuerzos del Gobierno están centrados en almacenar agua en el embalse de Mazar, que se encuentra cerca del nivel mínimo para operar.
Este embalse, situado en el sur de los Andes ecuatorianos, es el segundo más grande del país con una capacidad de 410 millones de metros cúbicos y sirve para alimentar un complejo de tres centrales hidroeléctricas en el río Paute, con una potencia en conjunto de más de 1.700 megavatios.
Manzano también manifestó que tiene la esperanza de que Colombia vuelva a exportar electricidad a Ecuador próximamente si durante esta semana mejoran sus condiciones hidrológicas.
La matriz de generación eléctrica de Ecuador depende en más de un 70 % de centrales hidroeléctricas, las mismas que se han visto afectadas por la peor sequía de los últimos sesenta años en el país. EFE