Cansada de estar en el punto de mira y dándole la razón a los que aseguran -entre ellos su compañero Joaquín Prat- que después de su 'cara a cara' con José María Almoguera en '¡De viernes!' "ya no se puede estirar más el chicle" del conflicto familiar televisado que mantienen dese hace meses, Carmen Borrego ha roto su silencio en 'Vamos a ver' sobre su reencuentro televisado con su hijo.
"No sé qué sensación tengo porque hay cosas del viernes que me han hecho pensar y me han causado mucho dolor, pero las cosas están igual que antes del '¡De Viernes!'" ha comenzado la tertuliana, dejando claro que espera que sea el último día en el que hable sobre su relación con el joven. "Mi intención es hablar lo menos posible. No te puedo dar más la razón, no se puede estirar más el chicle, para mí un chicle amargo por cierto" ha reconocido.
Sin entrar en detalles sobre las declaraciones de su hijo en el programa, Carmen ha confesado que esta entrevista le sirvió para comprender "mucho" a José María y darse cuenta de una cosa: "Ha sufrido mucho y solo y me hubiera gustado que tuviera mi hombro para llorar. Cuando él habla de su separación, de lo solo que se tinió, cmo madre me sentí muy mal" ha expresado, afirmando que aunque "las cosas están igual" por el momento, "entender a mi hijo a mí me acerca más a él y veremos qué pasa. Mi mensaje es 'aquí estoy cuando quieras'" ha lanzado esperanzada con un posible acercamiento familiar.
Un acercamiento que ha dejado claro que no se ha producido, desmintiendo las informaciones de que una vez terminado el programa ambos se abrazaron detrás de las cámaras. "Eso pertenece a mi privacidad, pero abrazo la palabra abrazo no hubo. No nos abrazamos, abrazo como abrazo no existió" ha sentenciado tajante, evitando contar qué hubo entonces en su reencuentro porque "no voy a seguir estirando el chicle que para mí es muy amargo, repito".
"Dije que no iba a coincidir en un plató con mi hijo, que no iba a hacer un careo con él televisado ni no televisado y así lo voy a hacer" ha asegurado, reconociendo que quizás su encuentro "hubiera sido de distinta manera si no hubiera personas con unos móviles intentando grabarnos. Dije que el encuentro iba a ser en privado y no quise que se grabase ese momento" ha explicado, dejando entrever que el momento fue 'tenso' por la presencia de terceras personas intentando captar el primer abrazo entre madre e hijo después de varios meses sin ningún tipo de relación.
Sí ha querido dejar claro que el mediador al que José María y ella fueron para solucionar sus diferencias -algo que reveló su hijo en '¡De Viernes!'- "fue anterior a lo que ha ocurrido ahora. Esto se reaviva estando yo en 'Supervivientes' y ya estaba bien cuando me fui, tuve relación después de eso sin problema" ha explicado, evitando entrar en detalles porque "no quiero seguir estirando el chicle porque para mí es muy amargo".
Y, a pesar de que ha negado por activa y por pasiva que hubiese un abrazo entre su hijo y ella tras el programa porque quiere que su acercamiento quede en la más estricta privacidad, sí ha admitido que si José María hubiese querido ella hubiera estado dispuesta a abrazarle públicamente en directo.
Antes del programa, Europa Press preguntaba a Carmen por la información que Belén Esteban ha dado en 'Ni que fuéramos' de que el miércoles pasado vio a su nieto durante una hora y media en la casa de Terelu en Aravaca. Un esperadísimo reencuentro con el pequeño sobre el que la tertuliana ha evitado dar ningún detalle: "No voy a hablar nada, yo no voy a confirmar ni desmentir nada. De mi nieto no hablo. De menores no se habla" ha zanjado.