París, 14 oct (EFE).- Una cena de gala en el Palacio del Elíseo cerró en la noche este lunes la primera jornada de la visita de Estado a Francia de los reyes de los belgas, Felipe y Matilde.
La cena, a la que asistieron miembros de ambos gobiernos y personalidades de los dos países vecinos, fue ofrecida el presidente Emmanuel Macron y su esposa Brigitte como punto álgido de la visita de los monarcas, que comenzó hoy concluirá el miércoles.
Como curiosidad, la cena de gala coincidió con el encuentro de fútbol Bélgica-Francia que se disputa esta noche en Bruselas, dentro de la fase de grupos de la Liga de las Naciones.
En los últimos años, ambas selecciones han protagonizado duelos muy intentos y algunos de sus integrantes han reconocido en los últimos días que hay cierta "animosidad" entre los dos equipos nacionales.
La visita de Estado de los reyes de los belgas comenzó esta mañana con una ceremonia militar en el Arco del Triunfo, en la que los monarcas estuvieron acompañados por Macron y su esposa.
Tras pasar revista a las tropas, los monarcas depositaron una corona de flores y reavivaron la llama que rinde homenaje al soldado desconocido "en memoria de los muertos a través de la historia por la libertad y la democracia".
Posteriormente, los reyes, que en esta viaje de Estado están acompañados por el primer ministro, Alexander de Croo, y de la titular de Exteriores, Hadja Lahbib, entre otras autoridades, se dirigieron al palacio del Elíseo para mantener un encuentro con el presidente francés.
En su programa para la primera de las tres jornadas que durará la visita de Estado figura un almuerzo con el primer ministro francés, Michel Barnier, con quien abordaron "las relaciones bilaterales, las cuestiones europeas e internacionales", según la Casa Real belga.
Por la tarde, Felipe participó en un coloquio sobre defensa, en el que se presentaron unos vehículos blindados que han sido creados fruto de la cooperación entre ambos países.
Matilde, por su parte, visitó la Ópera Garnier de París junto a Brigitte Macron, un evento el que tuvo oportunidad de saludar a dos ilustres trabajadores belgas de la institución: el bailarín Thomas Docquier y la modista Heide Vanderieck.
En los siguientes dos días, Felipe y Matilde tiene previsto visitar el norte de Francia, donde ambos países comparten más de 600 kilómetros de frontera y unas intensas relaciones, que llevan diariamente a 39.000 franceses a trabajar a Bélgica y a 8.000 belgas a hacer el trayecto inverso. EFE
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