Santiago de Chile, 14 oct (EFE).- El Séptimo Juzgado de Garantía de Santiago retomó este lunes el juicio contra el exdirector general de la Policía militarizada "Carabineros de Chile", general Ricardo Yáñez, acusado por su presunta responsabilidad en los graves abusos policiales cometidos durante la represión del "Estallido social", la ola de protestas sociales que sacudió Chile en 2019 y de la que esta semana se cumplen cinco años.
La imputación de Yañez, junto a los generales Mario Rozas y Diego Olate, es una prueba más de la "lentitud" de la Justicia y las trabas para la investigación y condena de los violaciones de los derechos humanos cometidas en el contexto de la mayor movilización en Chile desde el fin de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1989), coincidieron este lunes en denunciar a Efe diversas organizaciones de la sociedad civil local e internacional.
A Yáñez, que entonces se desempeñaba como director de Orden y Seguridad (Dioscar), a Mario Rozas, que era general director y a Diego Olate, como subdirector en aquel tiempo, se le acusa por delitos de “apremios ilegítimos por omisión con resultado de lesiones graves y homicidio” por la responsabilidad que desempeñaban en la institución policial en esa fecha.
En las dos primeras jornadas de la audiencia de formalización, la Fiscalía Metropolitana Centro Norte detalló cada uno de los 228 casos que están siendo utilizados para imputar aquellos delitos, entre ellos el de la ahora senadora Fabiola Campillai, quien perdió la visión a causa de la represión policial.
En esta tercera sesión se espera que se avance en la discusión de las medidas cautelares que podrían imponerse a los acusados, y en particular a Yáñez, que se resistió hasta el último minuto a abandonar su cargo como máximo responsable de Carabineros, apoyado por los grupos de la oposición conservadora y la ultraderecha, que consideran aquellas protestas un "levantamiento delictivo" y no una protesta de carácter social en demanda de justicia y derechos.
El estallido dejó una treintena de muertos y miles de heridos, entre ellos decenas de mutilados oculares, y ocasionaron episodios de violencia extrema, con saqueos e incendios.
Como jefe del Dioscar, Yáñez tenía a su cargo a los jefes de todas las zonas operativas del país y de él dependía el despliegue táctico y operativo que lideró la represión. EFE