Ginebra, 14 oct (EFE).- La monja, activista social y abogada brasileña Rosita Milesi, más conocida en su país como "hermana Rosita", recibió este lunes en Ginebra el Premio Nansen 2024, máximo galardón de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), en una velada en la que tuvo un especial recuerdo para los niños que mueren en las guerras actuales.
"¿Cuánto tiempo más debemos ser testigos de la muerte de niños inocentes por guerras sin sentido, o en hambrunas en un mundo con abundantes recursos? Envío una plegaria por los niños refugiados y por todos aquéllos que ya no pueden reír ni llorar porque sus vidas han sido segadas", afirmó Milesi en su discurso de agradecimiento.
La hermana de la congregación scalabriniana también aprovechó su presencia en la escena multilateral de Ginebra para pedir "a aquellos con poder, aquellos que usan armas para acabar con las vidas, que las sustituyan por respeto y diálogo abierto".
Milesi, de 79 años, repasó en su alocución toda una vida de compromiso con los refugiados, desde su apoyo en la década de los 90 a los que llegaban a Brasil huyendo de la guerra de Angola a sus posteriores campañas para mejorar la legislación brasileña con el fin de que el colectivo fuera reconocido y se adaptara a la sociedad.
"Me alegra decir que no me canso de luchar por esta causa, siempre en favor de los refugiados o de las personas desplazadas por el cambio climático. Personas que muy a menudo son víctimas de problemas que no han causado", subrayó.
Milesi recibió el premio de manos del alto comisionado de la ONU para los refugiados, Filippo Grandi, quien aseguró que "la hermana Rosita es una leyenda para muchos en ACNUR, y lo ha sido durante mucho tiempo. Muchos de nosotros y de nuestros colegas han seguido su labor durante años, admirando su valentía y su liderazgo".
"Ayudó a cambiar la legislación de su país para acomodarla a la definición de la Declaración de Cartagena, el más avanzado instrumento legal de ayuda a los refugiados en el mundo. Un instrumento que este año cumple 40 años", recordó Grandi.
Milesi fue la principal premiada de una noche en la que ACNUR también dio además cuatro galardones Nansen regionales, y en esta edición todos a mujeres:
El premio regional para África fue para la activista de Burkina Faso Maimuna Ba, el de Europa recayó en la empresaria de origen sirio Jin Davod, el de Oriente Medio y África del Norte en la refugiada sudanesa Nada Fadel y el de Asia-Pacífico en la nepalí Deepti Gurung.
"El de hoy es un mundo con un liderazgo político mediocre, incapaz de lograr la paz. Vale la pena contrastarlo con el liderazgo en sus comunidades y más allá de ellas de estas mujeres premiadas hoy", aseguró Grandi.
El máximo galardón de ACNUR toma su nombre del explorador noruego y pionero en la lucha por los derechos de los refugiados Fridtjof Nansen (1861-1930), primer alto comisionado internacional para la protección de ese colectivo (en la Sociedad de Naciones, la organización que antecedió a la ONU).
En años recientes este premio lo han obtenido, entre otros, la canciller alemana Angela Merkel, el equipo de voluntarios que en Grecia ayudó a atender la crisis de refugiados de 2016, la organización Mariposas de Alas Nuevas, por su asistencia a las mujeres desplazadas en Colombia, o la activista colombiana Mayerlín Vergara Pérez, de la Fundación Renacer. EFE
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