Viena, 14 oct (EFE).- El líder del partido ultraderechista austríaco FPÖ, Herbert Kickl, criticó este lunes al presidente federal del país centroeuropeo, Alexander van der Bellen, por no haberle encargado aún la formación de Gobierno como vencedor de las elecciones del pasado 29 de septiembre.
"El resultado es claro, no hay lugar a interpretaciones. El FPÖ ganó las elecciones", señaló Kickl en una declaración sin preguntas de la prensa, en la que repitió que su formación tiene todo el derecho a encabezar el Gobierno y acusó al jefe de Estado de ignorar "la claridad de los resultados electorales".
El FPÖ venció en las elecciones hace dos semanas con el 28,8 %, por delante del conservador Partido Popular (ÖVP) con el 26,3 % y el socialdemócrata SPÖ con el 21,1 %.
La victoria del FPÖ no le garantiza llegar al poder porque, con 57 escaños en un Parlamento de 183 diputados, necesita socios para lograr una mayoría de Gobierno y todos los partidos han rechazado coaligarse con la formación de extrema derecha.
Van der Bellen instó el miércoles pasado a los líderes de las tres principales formaciones - FPÖ, ÖVP y SPÖ - a dialogar y "esclarecer sus posturas" sobre posibles alianzas durante esta semana.
El presidente subrayó que necesita "claridad" sobre posibles mayorías parlamentarias antes de tomar una decisión.
Kickl criticó oor "ilógica" la decisión del presidente de no darle el mandato, ya que eso contradice una larga tradición establecida en el país, en la que el líder del partido más votado recibe el encargo de intentar formar un Ejecutivo.
El líder ultraderechista advirtió de que el ÖVP y el SPÖ buscan formar una "coalición de perdedores" para evitar que su partido llegue al poder.
Que el líder del partido más votado reciba el mandato para formar gobierno es una práctica habitual, pero no está establecido en la Constitución de Austria, que otorga al presidente una amplia capacidad de decisión.
El actual canciller y líder del ÖVP, Karl Nehammer, dijo meses atrás que no podría colaborar con el FPÖ bajo el liderazgo de Kickl, a quien definió como "un riesgo para la seguridad" del país por sus posiciones prorrusas y euroescépticas.
Kickl criticó con dureza en su intervención de hoy al líder conservador por "traicionar" a sus votantes y su programa electoral, que, a su juicio, sólo se aplicaría en una coalición con el FPÖ y no con un SPÖ, "infectado por el marxismo".
Tanto el ÖVP como el FPÖ coinciden en endurecer, en distinto grado, la política migratoria.
El líder ultra llegó a pedir hoy a las fuerzas "decentes" del ÖVP que tomen medidas para evitar que Nehammer dirija una "coalición de perdedores" que no pueda cumplir sus promesas electorales. EFE
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