Judith Mora
Londres, 14 oct (EFE).- El Gobierno laborista de Keir Starmer anunció este lunes 63.000 millones de libras (unos 75.400 millones de euros) de nuevo capital para el Reino Unido confirmados durante la Cumbre Internacional de Inversión celebrada en Londres.
Starmer, que ganó por mayoría absoluta las elecciones del 4 de julio, dijo que esta cifra récord supera con creces los 29.500 millones (35.300 millones de euros) captados en la Cumbre Global de Inversión organizada en 2023 por el anterior Ejecutivo conservador.
El actual Gobierno tendió la alfombra roja a algunas de las empresas más importantes del mundo, entre ellas Google, GSK o Aviva, en una conferencia en la City -distrito financiero- que culminó en una recepción con Carlos III amenizada por Elton John en la catedral de San Pablo.
El 'premier' británico prometió "estabilidad y compartir el riesgo" con el sector privado, así como reducir la burocracia y una nueva Estrategia Industrial para impulsar la expansión de ocho sectores clave, entre ellos el aeroespacial y la inteligencia artificial.
Su ministra de Economía, Rachel Reeves, anunció la transformación del antiguo Banco de Infraestructura en un Fondo Nacional de Riqueza (NWF, en inglés), dotado con 27.800 millones de libras (33.250 millones de euros), y la creación de una Asociación para el Crecimiento Británico dentro del Banco de Empresa (BBB), que apoyará a los negocios emergentes.
En su discurso inaugural, Starmer aseguró que se revisará la normativa para "eliminar la regulación que frena innecesariamente la inversión" y se instará a todos los reguladores, como la Autoridad de mercados y competencia (CMA, en inglés), a que antepongan el crecimiento.
A cambio de que los inversores se instalen en este país, cuya economía está ralentizada tras caer en recesión a finales de 2023, ofreció también "estabilidad tras años de cortoplacismo" bajo previos mandatos conservadores, con "un marco fiscal claro" y "prudencia en las finanzas públicas".
"Ustedes tienen que hacer crecer sus empresas y yo tengo que hacer crecer el país", dijo en alusión a su "prioridad número uno" de expandir la economía, e indicó que no se sabe quiénes son más exigentes, "si los accionistas o los votantes".
Entre los participantes en la cumbre estuvieron el antiguo seleccionador de Inglaterra Gareth Southgate y la actriz de Bridgerton Adjoa Andoh, que presidieron un debate sobre las industrias creativas.
Acudieron también a la cita el exconsejero delegado de Google Eric Schimdt; Amanda Blanc, responsable de la aseguradora Aviva; Emma Walmsley, de la farmacéutica GSK; y sus homólogos en las gestoras de fondos Blackrock, Larry Fink, o Brookfield Asset Management, Bruce Flatt, entre otros.
Durante la jornada se revelaron nuevas inversiones actuales y futuras para el Reino Unido, que se sumarán a otras comunicadas anteriormente.
El aeropuerto de Stansted, al noreste de Londres, comunicó que destinará 1.100 millones de libras (unos 1.300 millones de euros) en cinco años a ampliar su terminal, y el alcalde capitalino, el laborista Sadiq Khan, desveló 100 millones (120 millones de euros) adicionales en emprendimientos tecnológicos en la ciudad.
El pasado jueves, la española Iberdrola informó de que duplicará su inversión en el Reino Unido hasta los 24.000 millones de libras (28.684 millones de euros) entre 2024 y 2028, en el marco del plan oficial para impulsar la energía limpia.
El Gobierno también captó 8.000 millones de libras (9.520 millones de euros) de Amazon Web Services para construir un centro de datos; 10.000 millones (11.900 millones de euros) de Blackstone para un campus de inteligencia artificial; 500 millones (595 millones de euros) de Wright Bus para producir autobuses de cero emisiones y 1.000 millones de libras (1.190) del grupo industrial turco Eren para recuperar una fábrica de papel en el norte de Gales.
La conferencia fue la gran apuesta del Gobierno de Starmer para generar interés tras años de declive y se produce antes de que el 30 de octubre presente su primer presupuesto del Estado, en el que se desvelarán cambios en los impuestos así como en la inversión pública.
El líder laborista tiene el reto declarado de presidir un Ejecutivo "que funcione para las empresas y los trabajadores", dado que necesita a las primeras para alcanzar ese deseado crecimiento mientras que los sindicatos son los principales financiadores de su partido. EFE
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