Santiago de Chile, 14 oct (EFE).- La fiscal chilena Ximena Chong sentó este lunes de nuevo ante el juez al exdirector general de Carabineros Ricardo Yáñez en la reanudación de la audiencia de imputación formal de cargos, iniciada el 1 de octubre, por su presunta responsabilidad en los abusos policiales cometidos durante las protestas de 2019.
Nieta de inmigrantes chinos y conocida como “la fiscal de hierro”, Chong (Santiago, 1971) dirige el área Delitos de Alta Complejidad de una de las fiscalías de la Región Metropolitana, donde se encuentra la capital, y ha encabezado varias causas de alta connotación pública desde que ingresó al Ministerio Público con 33 años.
En el último tiempo, sin embargo, la persecutora ha destacado por liderar investigaciones por delitos contra los Derechos Humanos cometidos por agentes del Estado durante el estallido social, la mayor ola de manifestaciones en Chile desde el regreso a la democracia, que dejó una treintena de muertos y miles de heridos.
Además de las causas contra Yáñez y los entonces jefes de la Policía chilena, encabezó la acusación contra el excabo Sebastián Zamora, a quien acusó de empujar al cauce de un río a un adolescente en una de las protestas. Finalmente, fue absuelto.
También llegó a tomar declaración al fallecido expresidente Sebastián Piñera (2010-2014 y 2018-2022), investigado en una causa por delitos de lesa humanidad, donde había querellas en su contra.
Antes de fin de año imputará al exteniente coronel de Carabineros Claudio Crespo, por disparar a pocos metros de distancia a Gustavo Gatica y dejarlo totalmente ciego, mientras el joven participaba en una de las manifestaciones.
Chong estudió en la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile, una de las más prestigiosas del país y, según la prensa local, destacó por ser una alumna excelente de su generación.
"Abogada de la U. de Chile, católica, chuncha (aficionada del equipo de fútbol Universidad de Chile) madre de dos hijos... ávida lectora y cocinera amateur", se autodefine en la red social X.
Defensora de igualdad de género, militó en las juventudes democristianas hasta que entró al Ministerio Público, donde se especializó en delitos económicos y corrupción.
Entre los casos emblemáticos que ha tenido entre manos hay el llamado "Caso Corpesca", un complejo entramado de corrupción donde se le imputaron al exsenador de la conservadora Unión Demócrata Independiente (UDI) Jaime Orpis varios delitos de corrupción.
“Es una fiscal seria, trabajadora, jurídicamente sólida y de buen trato con las personas”, señaló a la prensa local el ex fiscal nacional Sabas Chahuán, quien la eligió para trabajar en este caso junto a él.
Tras cinco años de trabajo logró una pena de cárcel inédita en Chile para un político desaforado, aunque de los cinco años de condena, Orpis terminó cumpliendo uno y medio.
Otros casos relevantes de su carrera son, entre otros, el fraude en el Ejército por uso de dineros de la Ley Reservada del Cobre, la arista chilena de la Operación Lava Jato de Brasil y delitos tributarios en el Servicio de Impuestos Internos (SII).
Las indagaciones de Chong han sido uno de los blancos de críticas de la derecha y la extrema derecha, que la acusan de “ideologizada”, “activista política” y “responsable del hostigamiento y persecución de Carabineros”, como dijo el líder del ultraderechista Partido Republicano, José Antonio Kast, en la red X en la primera audiencia de Yáñez.
En el último tiempo ha sufrido intimidaciones en redes sociales, aunque el episodio más duro lo enfrentó en plena investigación por el caso del joven que cayó al río, cuando recibió amenazas de muerte por parte de un grupo de ultraderecha que entregó los mensajes a su propio hijo en el portal de su casa.
“Me preocupa por mi familia, pero nosotros seguimos trabajando”, dijo entonces Chong. EFE
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