Pakistán se fortifica por temor a ataques durante la cumbre de la llamada OTAN asiática

Pakistán implementa estrictas medidas de seguridad para la cumbre de la OCS en Islamabad, ante un repunte de violencia insurgente y la asistencia de líderes internacionales como China y Rusia

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Amjad Ali

Islamabad, 13 oct (EFE).- A dos días del inicio de la cumbre de jefes de Gobierno de la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS), considerada por algunos la OTAN asíática y a la que asistirán representantes de China, Rusia y la India entre otros países, las autoridades paquistaníes han decretado estrictas medidas para velar por la seguridad del evento, que tendrá lugar en Islamabad en pleno repunte de violencia insurgente.

"Más de 10.000 efectivos de seguridad de la Policía, la Policía de Fronteras, la Policía provincial y los Rangers (fuerzas paramilitares) han sido desplegados en las rutas VIP, los alojamientos y la sede de la cumbre para la seguridad de los delegados", dijo a EFE un funcionario de seguridad bajo condición de anonimato.

La reunión tendrá lugar entre el 15 y el 16 de octubre y será la primera ocasión en que Pakistán ejerza como país anfitrión de este grupo, que está conformado por diez Estados miembros (Bielorrusia, China, la India, Irán, Kazajistán, Kirguistán, Pakistán, Rusia, Tayikistán y Uzbekistán) desde su fundación en 2001.

Gran parte de los equipos de seguridad ya están desplegados en Islamabad y en las rutas que trasladarán a los cerca de 900 delegados que se espera que asistan al evento, así como en los alrededores del Centro de Convenciones Jinnah, donde se celebrará la cumbre.

El funcionario agregó que una unidad especial del Ejército permanecerá en alerta durante los dos días de cumbre, que ocurre en un momento en que los ataques insurgentes se han incrementado en el país asiático.

Para velar por la seguridad, la fuente indicó que los delegados de alto perfil aterrizarán en la base aérea de Nur Khan, que está dirigida y controlada por el Ejército, y en la que se desplegarán otros 3.000 agentes de seguridad.

Otros 1.000 efectivos adicionales de las fuerzas de seguridad estarán presentes en el aeropuerto de Islamabad.

Además, las autoridades han identificado 43 puntos sensibles en las rutas que transcurren entre estos dos aeropuertos y la zona de alta seguridad que acogerá la reunión de jefes de Gobierno.

"Para minimizar el riesgo de daños en caso de cualquier situación adversa, el vehículo que transporte al VVIP (personas de mayor relevancia) estará a una distancia segura del vehículo líder", dijo a EFE otro funcionario de seguridad que pidió el anonimato.

A estas medidas en las calles se suman otras decisiones adoptadas por el Gobierno en los últimos días, como declarar un festivo en Islamabad y en la vecina Rawalpindi entre el lunes y el miércoles.

En este sentido, la Embajada de Estados Unidos en Pakistán indicó esta semana en un comunicado que brindará servicios limitados a sus ciudadanos entre el 15 y el 16 de octubre.

La situación de seguridad en Pakistán ha empeorado en los últimos años después de que el proscrito Tehreek-e-Taliban Pakistan (TTP) intensificase sus ataques tras la llegada al poder de los talibanes en Afganistán en agosto de 2021.

Afganistán es uno de los miembros observadores del grupo, pero permanece inactivo desde el ascenso de los fundamentalistas islámicos.

Al aumento de violencia del TTP se suman los ataques protagonizados por organizaciones insurgentes de la provincia de Baluchistán, en el suroeste del país y limítrofe con Afganistán.

Mientras que los atentados del grupo talibán están dirigidos sobre todo contra miembros de las fuerzas de seguridad, especialmente en la provincia norteña de Khyber Pakhtunkhwa, los ataques de los insurgentes baluchis también tienen como objetivo a extranjeros, principalmente ciudadanos chinos que trabajan en proyectos de desarrollo en Baluchistán.

A finales de septiembre, un artefacto explosivo alcanzó a un convoy de diplomáticos extranjeros que visitaban el noroeste de Pakistán, matando a un oficial de policía que viajaba en el vehículo que encabezaba la caravana.

Además, dos ciudadanos chinos murieron y diez paquistaníes resultaron heridos en un ataque suicida en las afueras del aeropuerto de Karachi el domingo de la semana pasada.

En este contexto, el primer ministro indio, Narendra Modi, descartó viajar a la cumbre a pesar de haber recibido la invitación de Islamabad, y será el canciller indio, Subrahmanyam Jaishankar, quien lo haga en su lugar.

Modi será el único jefe de Gobierno que no esté presente en la reunión, a la que sí acudirán los primeros ministros de China, Li Qiang, o de Rusia, Mijaíl Mishustin, entre otros, según un comunicado del Ministerio de Exteriores de Pakistán.EFE

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