Catorce partidos políticos de oposición en Chad han anunciado su boicot a las elecciones legislativas y municipales de diciembre tras denunciar claros indicios de manipulación por parte del Gobierno que lidera el presidente Mahamat Idriss Déby.
En rueda de prensa ayer desde Yamena, los representantes de partidos como Los Demócratas o Los Patriotas han denunciado "la manipulación del proceso electoral por parte del poder" y acusaron al Gobierno de "restringir las libertades civiles y de mantener un control total sobre instituciones".
En un comunicado conjunto posterior recogido por el portal Tchadinfos, los partidos implicados dan por seguro que los comicios ocurrirán en un "circuito cerrado", bajo un sistema de registro electoral "corrupto y sin auditar".
Además, los firmantes denuncian que el Gobierno ha incumplido hasta el momento sus promesas de facilitar la llegada de observadores internacionales o de publicar los resultados de las municipales, "lo que pone en duda la integridad del voto".
Así las cosas, los firmantes "han decidido no respaldar estas elecciones", en una decisión "tomada a regañadientes" dada la necesidad de impulsar un cambio político en el país. "Sin embargo, como oposición que somos no podemos dar credibilidad a una votación cuando no lo es", ha indicado Mahamat Zène Chérif, presidente del partido Chad Uni, a Radio France Internationale (RFI).
Los partidos de la coalición que apoyó la campaña presidencial de Mahamat Idriss Déby han anunciado que ya están inmersos en los preparativos para comparecer a los comicios y ahora mismo las miradas están puestas en Los Transformadores, el partido del ex primer ministro Succès Masra, derrotado por Déby en las presidenciales del 6 de mayo.
La formación, en este sentido, todavía no ha declarado abiertamente su intención de participar en los comicios. Sí que existe un consenso dentro del partido -- Masrá, al contraro que otros opositores, ha decidido participar en el juego político nacional -- pero muchas voces piden el aplazamiento de los comicios debido a que el país todavía se está recuperando de las catastróficas inundaciones de este pasado verano y que han dejado más de 600 fallecidos, dos millones de desplazados e inmensos daños materiales.