El presidente de Israel, Isaac Herzog, ha conmemorado este domingo el aniversario de la guerra de 1973 (la guerra del Yom Kippur) expresando su decepción ante la incapacidad para extraer lecciones de este conflicto como demostró, a su entender, la desatención a los avisos previos de las fuerzas de seguridad sobre la masacre que acabaría teniendo lugar el 7 de octubre en el país.
Herzog insistió ante las fuerzas de seguridad durante la ceremonia que el retorno de los rehenes en manos de las milicias palestinas es un "deber moral" del mismo calibre que el regreso de los secuestrados durante la guerra del 73, que enfrentó a Israel con una coalición de países árabes encabezada por Siria y Egipto; protagonistas de un ataque colectivo que cogió prácticamente desprevenido al Gobierno israelí, a pesar de los avisos previos del estamento militar.
"Lecciones que acabaron marcadas a fuego en nuestra piel han quedado sin aprender. Una vez más, ignoramos a nuestras fuerzas al pie del cañón, que nos advertían a través de un trabajo que realizaban con dedicación plena", ha lamentado el presidente en referencia a la masacre cometida por las milicias palestinas, que dejó unos 1.200 muertos y unos 240 secuestrados.
Este "fracaso", lamentó en su comparecencia, recogida por el diario 'Times of Israel', "nos costó una vez más un doloroso precio en sangre", y corresponde ahora "de manera independiente y sin concesiones", realizar las investigaciones oportunas para sacar conclusiones de lo ocurrido.