Al menos once personas han muerto y ocho han resultado heridas en el extremo noroeste de Pakistán como consecuencia de una serie de tiroteos ocurridos durante una nueva disputa territorial en el estado de Jíber-Pajtunjua, en la frontera con Afganistán.
Como ha ocurrido en meses (y años) anteriores, los incidentes han ocurrido en el municipio de Kurram, cuyo el comisario adjunto, Javidulá Mehsud, ha confirmado a la televisión paquistaní Geo TV una serie de enfrentamientos a tiros entre comunidades rivales en las montañas de Kunj Alizai, cerca de la frontera.
"Los seis heridos han sido trasladados a un hospital", ha relatado Mehsud. La Policía ha instalado puntos de control en las entradas y salidas de la región para restaurar la calma, ha explicado.
Cabe recordar que Kurram fue escenario el mes pasado de una ola de violencia que se saldó con al menos 60 muertos y 91 heridos, que siguió a otro estallido de enfrentamientos en julio que acabó con 49 muertos y 226 heridos.
La región tiene una larga historia de violencia comunitaria, que se ve exacerbada por la lucha por el control de las tierras y sus recursos hídricos, muy escasos. Las partes enfrentadas hacen uso incluso de fuego de morteros y cohetes, según informaciones recogidas por medios locales.
Los esfuerzos iniciados en septiembre por una asamblea local de notables, y los efectuados por la flamante comisión para la disputa de la tierra creada hace unas semanas por el Gobierno estatal no han tenido hasta ahora el resultado esperado.