Londres, 12 oct (EFE).- El primer ministro británico, el laborista Keir Starmer, admitió que hubo "días y semanas turbulentos" al cumplirse este sábado cien días desde que llegó al poder tras ganar las elecciones del 4 de julio.
"No hay forma de evitarlo, es la naturaleza del gobierno", declaró a la cadena pública BBC, en alusión a las críticas por su torpeza al aceptar regalos de donantes y las tensiones internas dentro de su equipo.
En declaraciones al periódico 'The Guardian', señaló también que "siempre habrá vientos colaterales" con los que lidiar. "Si no quieres que te desvíen del rumbo, tienes que saber hacia dónde te diriges", afirmó.
Starmer, que entró en política en 2015 y lidera a los laboristas desde 2020, aseguró que sus primeros tres meses fueron "lo que esperaba", y demostraron su tesis de que "gobernar es más duro, pero es mejor (que estar en la oposición)".
"Es más duro porque hay que tomar decisiones difíciles, pero es mejor porque se pueden tomar decisiones que cambien las cosas", argumentó.
El jefe del Ejecutivo señaló que su primer presupuesto, que se presentará el 30 de octubre, incluirá "decisiones difíciles" para estabilizar las finanzas públicas pero también medidas para hacer crecer la economía y mejorar el nivel de vida de los británicos.
"Es de sentido común invertir y construir", sostuvo, lo que apunta a un posible aumento de la inversión estatal tras años de declive.
"Cuando la gente no puede ir a trabajar porque el transporte público es deficiente, la productividad se resiente. Si las escuelas se desmoronan sobre las cabezas de los niños, ¿cómo podemos esperar que aprendan?", manifestó.
Según Starmer, las listas de espera en la Sanidad pública "están por las nubes porque no hubo ni de lejos suficiente inversión en hospitales y en la tecnología que podría hacer que los tratamientos fueran más eficientes y eficaces".
El Gobierno laborista está centrado ahora en preparar su primera Cumbre internacional de inversión, que tendrá lugar el próximo lunes en la City -distrito financiero de Londres- con la asistencia de líderes empresariales de todo el mundo. EFE