Nairobi, 11 oct (EFE).- Sudán se enfrenta a "una de las crisis más devastadoras que el mundo ha visto en décadas" debido a la guerra que estalló en abril de 2023 entre el Ejército y los paramilitares, alertó este viernes la coordinadora de emergencias en ese país de Médicos sin Fronteras (MSF), Claire San Filippo.
"En un país que tenía unos 49 millones de habitantes antes del conflicto, según Naciones Unidas, 25 millones de personas necesitan ayuda humanitaria", dijo San Filippo en una rueda de prensa celebrada en Nairobi, poco después de haber viajado a Sudán.
"Los bombardeos regulares son una realidad con la que la gente convive a diario", explicó, por su lado, la coordinadora de proyectos de MSF en la capital sudanesa, Jartum, y en la ciudad de Ondurmán (este), Lisa Searle, que ha trabajado en el hospital de Al Nao, en la segunda urbe.
Según explicó la coordinadora de emergencias, desde el comienzo de los combates entre el Ejército sudanés y las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR), "MSF ha tratado a más de 10.000 heridos en Omdurmán y al menos a otros 3.000 heridos de guerra en Jartum, en el hospital Al-Bashir".
Las cifras de desnutrición también son alarmantes, según MSF, que examinó durante el pasado agosto a 30.000 niños menores de dos años en el campamento de Zamzam, situado en la región de Darfur del Norte, y en la ciudad de Nyala, en Darfur del Sur.
"En ambos lugares, lo que encontramos fueron tasas de desnutrición aguda superiores al 32 %", explicó San Filippo.
MSF registró, además, un aumento del 56 % en la tasa de muertes de madres en los hospitales donde opera la ONG en Nyala y Kas, urbe también en Darfur del Sur, entre enero y agosto de este año.
Pese a las enormes necesidades de la población, el bloqueo de suministros humanitarios dirigidos a Zamzam por parte de las FAR, que controlan las rutas de acceso al campo, ha obligado a MSF a detener sus actividades allí.
En este sentido, la coordinadora de emergencias lamentó que han dejado a 5.000 niños sin tratamiento, entre los cuales 2.900 están "gravemente desnutridos".
Los centros de salud, incluidos aquellos apoyados por MSF en Jartum y la ciudad de El-Fasher, capital de Darfur del Norte, han sido ocupados y bombardeados en múltiples ocasiones, mientras el personal sanitario ha sufrido insultos, acoso y agresiones.
"Tenemos que hacer un llamamiento a las partes beligerantes para que pongan fin a estas obstrucciones y permitan de inmediato el acceso sin trabas de la ayuda humanitaria", reiteró San Filippo.
La organización dijo trabajar en estrecha colaboración con el Ministerio de Sanidad sudanés e insistió en que su objetivo es apoyar los sistemas sanitarios que ya existían y funcionaban en el país.
La guerra en Sudán estalló en abril de 2023 por el desacuerdo entre el Ejército y los paramilitares respecto a la inclusión de los segundos en el poder surgido tras el golpe de Estado de 2021, que acabó con el intento de democratización del país tras el derrocamiento en 2019 del presidente sudanés, Omar al Bashir.
El conflicto ha causado unos 20.000 muertos, 33.000 heridos, 7,9 millones de desplazados internos y 2,1 millones de refugiados en otros países, según la ONU. EFE