La misión de observación electoral de la Unión Europea en Mozambique ha señalado que las elecciones en el país africano se llevaron a cabo de forma pacífica, si bien la desconfianza y la falta de credibilidad han dañado el proceso electoral.
"Hubo una notable falta de confianza en la fiabilidad del registro electoral y en la independencia de los órganos electorales. Además, nuestros observadores informaron de un proceso de recuento lento que sufría desorganización y falta de claridad", ha explicado una de las responsables de la misión, Laura Ballarín.
La mayoría de partidos políticos opositores expresaron "falta de confianza" en la independencia de la Comisión Electoral de Mozambique (CNE) y el órgano electoral (STAE), así como en el Consejo Constitucional (CC). Esto se debe, entre otras cuestiones, a la insuficiente comunicación por parte de las instituciones públicas.
Asimismo, la misión ha determinado que la cobertura informativa tanto por radio como por televisión "estuvo sesgada a favor del partido gobernante y de Daniel Chapo", candidato del gubernamental Frente para la Liberación de Mozambique (Frelimo).
Pese a ello, como aspectos positivos han destacado que la población "votó con calma y se respetaron en general las libertades fundamentales durante la campaña", incluyendo la libertad de expresión, según un comunicado de la misión.
Más de 17 millones de personas estaban llamadas a las urnas el miércoles para elegir al nuevo presidente, con Chapo como favorito. También concurrieron el líder del opositor Resistencia Nacional Mozambiqueña (Renamo), Ossufo Momade; Lutero Simango, candidato del Movimiento Democrático de Mozambique (MDM) y Venancio Mondlane, del Partido Optimista para el Desarrollo de Mozambique (Podemos).