La historia de la mujer policía que se infiltró en la banda terroristas ETA llega al cine

La intrépida infiltración de Aranzazu Berradre en ETA: un relato sobre la valentía de una mujer que desafió el machismo y desarticuló un comando terrorista en el País Vasco

Guardar

Madrid, 11 oct (EFE).- En 1992, una agente de la policía española de 22 años se infiltró en el grupo terrorista ETA bajo el pseudónimo de Aranzazu Berradre. La historia poco conocida de esta mujer que logró acabar con uno de los comandos más sanguinarios del grupo en el País Vasco (norte de España) llega ahora al cine.

"Si la infiltrada hubiera sido un hombre ya habría tres películas sobre él", sentenció la directora del filme, Arantxa Echevarría, en una entrevista con EFE con motivo del estreno del filme, un thriller en el que "por fin la protagonista es una mujer que no está sexualizada, ni es la novia de, si no que ella es el personaje".

Echevarría reivindica en su película a Berradre, una mujer olvidada por la historia, a pesar de que fue la única agente que se infiltró durante años en el comando Donosti, logró su desarticulación, salvó la vida de ocho jueces, policías y políticos y facilitó la detención de los peligrosos terroristas: Sergio Polo y Kepa Etxebarria en 1999.

En 'La Infiltrada', la protagonista, interpretada por la actriz Carolina Yuste, se enfrenta a una doble discriminación: la que parte de la propia policía, que no cree en la capacidad de una mujer de convivir con los terroristas sin ser descubierta; y la de los terroristas, que no la ven como una igual y la consideran una "cuidadora" de los hombres dedicados a la lucha armada.

"El machismo es transversal en los bandos. Son dos mundos tremendamente testosterónicos", afirma Yuste, que coincide con Luis Tosar, que interpreta al jefe de Bedrade, el 'Inhumano', encargado de articular y dirigir el operativo. "Da igual la poli que un comando de ETA, mal que les pese tienen algo en común", bromea el actor.

Pese a ese contexto, "una mujer cobró una identidad, superó todo eso y consiguió algo que no había conseguido nadie hasta ese momento", explica Echevarría.

Berradre logró convivir con los miembros del comando terrorista cerca de un año presentándose como militante del Movimiento de Objeción de Conciencia. Antes, había pasado casi una década infiltrada en la izquierda independentista de San Sebastián (País Vasco), para lo que tuvo que cortar lazos familiares e inventarse una nueva identidad.

Tanto la directora como los actores inciden en el desconocimiento no solo de esta historia, si no de todo lo relacionado con la banda terrorista ETA, especialmente entre los jóvenes.

El trabajo de investigación, que ha sido fundamental para documentar la trama, ha incluido conversaciones con policías y personas próximas a Berradre.

Con quien nunca lograron hablar, precisamente, fue con la protagonista real, cuyo paradero se desconoce por su seguridad. A Echevarría le encantaría tener su opinión sobre la película y le lanza un guante: "me muero de ganas de saber qué le parece". EFE

Guardar