Borrell propone un nuevo fondo para que la UE financie el envío de armas a Ucrania

Josep Borrell presenta un plan para un fondo voluntario que permita a la Unión Europea el envío de armas a Ucrania, eludiendo el veto de Hungría a los 6.600 millones del Fondo Europeo de Apoyo a la Paz

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Bruselas, 11 oct (EFE).- El jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, ha presentado una propuesta para crear un nuevo fondo con el que la Unión Europea financie el envío de armas a Ucrania y sortear así el veto que Hungría mantiene desde hace año y medio al que está actualmente en vigor.

Fuentes europeas confirmaron este viernes que el alto representante de la UE para Asuntos Exteriores ha expuesto su planteamiento a los Estados miembros, que lo están debatiendo, si bien no se espera el visto bueno en la reunión que los ministros de Exteriores del club comunitario mantendrán el lunes.

Budapest mantiene bloqueados 6.600 millones del Fondo Europeo de Apoyo a la Paz con el que la UE ha financiado el envío de armas a Ucrania desde la invasión rusa de 2022, sin visos de que levante el veto en el futuro.

Para sortearlo, la idea de Borrell es que la participación en este nuevo fondo sea voluntaria, de tal manera que, bajo su punto de vista, Hungría no tendría incentivos para oponerse a su creación.

En paralelo, los Veintisiete avanzaron esta semana en la aprobación del préstamo de hasta 35.000 millones de euros que la UE está dispuesta a dar a Kiev en el marco del acuerdo del G7.

Los países de la UE aprobarán el préstamo el próximo lunes y entrará en vigor una vez el Parlamento Europeo dé el visto bueno, posiblemente, el 23 de octubre.

No obstante, entrará en vigor sin que los Veintisiete hayan logrado un acuerdo para extender durante 3 años las sanciones a los activos rusos que la UE mantiene congelados desde 2022 por la invasión de Ucrania -de cuyos beneficios provienen los 35.000 millones de euros-, por la oposición de Hungría.

La cuantía de la UE podría ser menor si Estados Unidos decide participar con 20.000 millones de dólares, de los 50.000 que acordó el G7. EFE

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