La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha afeado con dureza al primer ministro húngaro, Viktor Orbán, su acercamiento a Rusia pese a la invasión de Ucrania lanzada por el régimen de Vladimir Putin y avisado de que apoyar al "invasor y no al invadido" sería como culpar a los húngaros por la invasión soviética de 1956. "Aún hay quien reprocha esta guerra no al invasor sino al invadido. No por el ansia de poder de Putin sino por la sed de libertad de Ucrania, yo pregunto: ¿Culparían a los húngaros de la invasión soviética de 1956?¿Culparían a los checos o eslovacos por la represión soviética de 1968? ¿A los lituanos por la represión de 1991?", ha espetado la jefa del Ejecutivo comunitario a Orbán, a pesar de que el mandatario ha evitado voluntariamente toda referencia a Ucrania en su discurso inicial en el debate. La política alemana también le ha avisado de que aunque los europeos tienen "distintas historias y distintos idiomas, en ninguno de esos idiomas la palabra paz es sinónimo de rendición ni soberanía es sinónimo de ocupación". "Los ucranianos son combatientes de la libertad como lo fueron los héroes que liberaron la Europa central y este del régimen soviético", ha remachado Von der Leyen, que ha recibido los aplausos de parte del Hemiciclo tras sus palabras. Von der Leyen también ha reprochado al primer ministro húngaro su política de visados para ciudadanos rusos o que se permita a la Policía china patrullar en su territorio porque pone en riesgo no sólo la seguridad de su país sino el de la Unión Europea en su conjunto. "Esto no es defender la soberanía de Europa es ser la puerta de atrás para la injerencia extranjera", ha zanjado la política alemana. El discurso antimigratorio de Orbán también ha sido censurado por Von der Leyen, quien ha acusado a Budapest de señalar a los migrantes irregulares mientras las autoridades húngaras decidieron el pasado año "poner en libertad a traficantes de personas sin que hubieran cumplido sus penas". A lo largo de su intervención, además, Von der Leyen ha querido separar sus críticas al gobierno de la situación del pueblo húngaro, a quién en distintos momentos ha expresado el apoyo de la Unión Europea y recordado que "tienen derecho a todas las ventajas de ser miembro de la Unión Europea, incluido a sus fondos", en referencia velada a los miles de millones bloqueados por Bruselas por las reformas antidemocráticas del Ejecutivo de Orbán. El debate sobre la presidencia de turno del Consejo que asumió Hungría el pasado julio se produce con meses de retraso por las tensiones entre Bruselas y Budapest y ante una Eurocámara que, en la legislatura pasada, expresó en varias ocasiones su preocupación por la deriva antidemocrática en Hungría, reclamando a la Comisión y al Consejo medidas y advirtiendo de que Hungría ya no puede considerarse una democracia plena sino una "autocracia electoral". Poco antes de que arrancara el debate en Estrasburgo (Francia), eurodiputados de los grupos de Socialistas y Demócratas (S&D), liberales (Renew), Verdes e Izquierda se han concentrado frente al Hemiciclo para escenificar su rechazo a las políticas de Orbán con pancartas con el lema "Demócratas contra autócratas". La presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, ha defendido en su intervención de inicio de debate una Unión "de democracia, prosperidad y seguridad que proteja los valores (europeos) en todas partes", al tiempo que ha subrayado que la Eurocámara es la "casa de la democracia en donde, como en Europa, el Estado de derecho y la libertad de expresión son sacrosanto". "Podemos no siempre estar de acuerdo, pero siempre habrá espacio para el intercambio respetuoso de ideas", ha advertido.