Las autoridades de Rusia han lamentado este miércoles el ataque supuestamente perpetrado por Israel en la capital de Siria, Damasco, y ha aprovechado para denunciar que los bombardeos israelíes contra zonas residenciales sirias y de otros países de la región de Oriente Próximo parece haberse convertido en "rutina" en los últimos meses. "Condenamos enérgicamente esta acción, sea quien sea el objetivo del ataque, que se llevó a cabo en el territorio de un tercer país en una densa zona residencial, lo que provoca inevitables víctimas entre personas inocentes", ha manifestado la portavoz del Ministerio de Exteriores de Rusia, Maria Zajarova, en rueda de prensa. La portavoz de la diplomacia rusa ha añadido que para Moscú es "indignante" que este tipo de acciones se hayan convertido en "una práctica rutinaria aplicada en Siria, Irán y la Franja de Gaza". Aunque desde Siria apuntan directamente a Israel como responsable del ataque del martes, desde Israel no se han pronunciado al respecto. En un contexto marcado por los continuos ataques israelíes en territorios palestinos y Líbano, así como puntualmente en otros países de la región, Moscú ha hecho un llamamiento a las autoridades de Israel a "respetar la soberanía de los Estados y cumplir con las normas básicas del Derecho Internacional", según ha recogido la agencia de noticias TASS. "Llamamos la atención sobre el carácter extremadamente irresponsable y peligroso del acto de agresión cometido, que muestra claramente el deseo de ampliar aún más la geografía de la escalada armada en la región", ha remachado Zajarova, sumándose a otras voces de la comunidad internacional alerta de una expansión del conflicto. El Ministerio de Defensa de Siria ha denunciado que al menos siete personas han fallecido y otras once han resultado heridas como resultado de un ataque perpetrado en la víspera presuntamente por las Fuerzas de Defensa de Israel contra un edificio residencial del barrio de Al Mezzah, en Damasco. Según informaciones del Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, con sede en Londres e informantes en el país, el principal objetivo de este ataque ha sido un edificio residencial ubicado en las inmediaciones de la Embajada de Irán en Damasco, y que era "frecuentado" por líderes de la Guardia Revolucionaria iraní.