Pekín, 9 oct (EFE).- El ministro de Comercio de China, Wang Wentao, mantuvo este martes una conversación telefónica con la secretaria de Comercio de Estados Unidos, Gina Raimondo, en la que enfatizó la importancia de "aclarar los límites de la seguridad nacional en el ámbito de la economía y el comercio".
En los últimos años, Washington y Pekín han esgrimido razones de seguridad nacional para aplicarse restricciones comerciales. Según Wang, aclarar los límites del concepto de seguridad "favorecería el mantenimiento de la seguridad y la estabilidad de la cadena de suministro de la cadena industrial global y la creación de un buen entorno político para la cooperación entre las industrias de ambos países".
Wang manifestó asimismo su "preocupación" por las "restricciones" de Estados Unidos a los vehículos eléctricos chinos y por la política de semiconductores de Washington hacia China, país al que ha limitado la exportación de microchips y tecnología considerados estratégicamente clave, recogió este martes un comunicado del Ministerio de Comercio de China en su página web.
El titular de Comercio instó además a Washington "a prestar atención a las preocupaciones específicas de las empresas chinas, a levantar las sanciones a las empresas chinas lo antes posible y mejorar el entorno empresarial para las empresas chinas en Estados Unidos".
Wang abogó por hacer que las relaciones económicas entre Pekín y Washington sean el "pilar fundamental" de la relación bilateral entre ambas potencias.
Según el comunicado de Comercio, que no detalló lo dicho por Raimondo durante la llamada, la conversación fue "franca, profunda y pragmática".
Raimondo, por su parte, hizo énfasis en las preocupaciones manifestadas por la comunidad empresarial estadounidense respecto a la "falta de transparencia regulatoria" en China, así como en las "prácticas de mercado no competitivas y la sobrecapacidad estructural", según un comunicado del Departamento de Comercio de Estados Unidos.
La secretaria subrayó que la seguridad nacional de Estados Unidos "no es negociable" y explicó que el enfoque del Gobierno estadounidense busca proteger la seguridad nacional de "manera focalizada, sin cerrar el espacio para un comercio e inversión saludables" entre ambas naciones.
China ha expresado repetidamente su preocupación por las restricciones comerciales impuestas por Estados Unidos en los últimos años, que van desde la imposición de aranceles a las importaciones chinas hasta la prohibición de la venta de tecnología a empresas del país asiático.
En particular, el sector de los semiconductores es clave para China, ya que se trata de uno de los puntales de sus planes para reforzar su autosuficiencia tecnológica y reducir así su dependencia de terceros países.
Por otro lado, Estados Unidos ha criticado lo que describe como "exceso de capacidad industrial" china, ante lo que ha reaccionado fijando aranceles a los vehículos eléctricos chinos, entre otras medidas.
Ambos países llevan desde principios de 2018 enzarzados en una guerra comercial que tensó notablemente las relaciones y que acabó ramificándose en conflictos en otras áreas como la tecnológica. EFE