Los 27 exploran mañana la creación de centros de deportación fuera de la UE para acelerar las expulsiones

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Los ministros de Interior de la UE discutirán este jueves en un almuerzo a puerta cerrada sobre el modo de agilizar las expulsiones de migrantes llegados a suelo comunitario de manera irregular con medidas "innovadoras" que reclaman los gobiernos partidarios de endurecer la política de asilo, por ejemplo creando centros de deportación fuera de la UE o con sanciones a los países que no acepten los retornados. Así consta en un documento de trabajo que ha circulado entre los 27 la presidencia de turno que este semestre ocupa Hungría para preparar la discusión de la reunión de ministros en Luxemburgo, en un debate del que no saldrán decisiones pero servirá para "aclarar" posiciones y posibilidades sobre la mesa, según distintas fuentes diplomáticas. El texto, al que ha tenido acceso Europa Press, pregunta a las delegaciones si es el momento de explorar la "viabilidad de soluciones innovadoras" como la creación de "centros de retorno" a donde expulsar migrantes irregulares si su deportación no es posible de manera rápida a los países considerados de origen o tránsito. De este modo se apunta a la reflexión de soluciones "jurídica, operativa y diplomáticamente sólidas" que permitan enviar a los migrantes a un país tercero "seguro" mientras se resuelve su expulsión definitiva o hasta que acepte regresar de manera "voluntaria". Otra de las ideas que pone sobre la mesa la presidencia húngara es la de una mayor firmeza y celeridad en las expulsiones de personas que hayan sido condenados por algún delito o sean consideradas "amenaza para la seguridad". Además, pide mejorar la aplicación de instrumentos "válidos" con que ya cuenta la Unión Europea, como es la posibilidad de castigar a los países de origen o tránsito que no cooperen adecuadamente en los programas de retorno, por ejemplo endureciendo la política de visados como ya hace con Gambia y Etiopía. La Comisión Europea presentó una propuesta de reforma para acelerar las deportaciones sobre la que los gobiernos fijaron posición en 2019 pero que está estancada desde entonces porque el Parlamento Europeo no ha acordado aún la suya, lo que impide iniciar las negociaciones. Varias fuentes diplomáticas sugieren que esta reflexión que se abre ahora a Veintisiete es una forma de presión sobre Bruselas para que retire aquella propuesta, que varios países consideran ya obsoleta, y presente un nuevo enfoque, más duro. En esa línea, de hecho, un bloque de 14 países de la Unión Europea (con Austria, Países Bajos, Francia, Alemania e Italia entre ellos) han pedido en otro documento una reforma de la directiva de retorno para contar con un nuevo marco legal que "facilite y acelere" las expulsiones. Noruega, Suecia y Liechtenstein, que no son miembros de la UE pero sí del espacio sin fronteras Schengen, también firman la posición El escrito pide al Ejecutivo comunitario que revise su propia propuesta para un "cambio de paradigma" en el proceso de retornos que acote las "responsabilidades" del migrante que llega de manera irregular a la Unión Europea, de modo que queden claros sus "derechos y obligaciones" para que si hay falta de cooperación afronte "consecuencias y sea sancionado". Es probable, además, que la reflexión sobre la revisión de la estrategia de retornos se cuele también en la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea que se celebrará en Bruselas una semana después de la discusión de los ministros. En una primera versión del texto de conclusiones vista por Europa Press y que aún puede sufrir variaciones, los líderes apostarán por una "acción decidida a todos los niveles" que permita "incrementar y acelerar" las deportaciones, para lo que pedirán a la Comisión un "nuevo enfoque común".

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