El comisionado general de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos en Oriente Próximo (UNRWA), Philippe Lazzarini, ha criticado este miércoles las nuevas órdenes de evacuación dictadas por el Ejército de Israel para palestinos residentes en el norte de la Franja de Gaza y ha lamentado que la situación suponga "un infierno sin fin". "El norte de Gaza. Un infierno sin fin. Al menos 400.000 personas están atrapadas en la zona", ha recordado Lazzarini, quien ha subrayado que "las recientes órdenes de evacuación por parte de las autoridades israelíes fuerzan a la gente a huir una y otra vez, especialmente del campamento (de refugiados) de Yabalia". Así, ha subrayado que "muchas" personas "se niegan" a abandonar sus hogares "porque saben demasiado bien que ningún lugar en Gaza es seguro", al tiempo que ha lamentado que refugios y servicios de la agencia "se están viendo forzados a cerrar, algunos por primera vez desde el inicio de la guerra". Lazzarini ha destacado que la escasez de combustibles está provocando que "el hambre se propague y profundice de nuevo", antes de agregar que la reciente operación militar lanzada por Israel en la zona "amenaza además la puesta en marcha de la segunda fase de la campaña de vacunación a niños contra la poliomielitis". "Los niños son, como siempre, los primeros en sufrir y los que más lo hacen. Merecen algo mucho mejor. Merecen un alto el fuego ya. Merecen un futuro", ha zanjado Lazzarini a través de un comunicado publicado en su cuenta en la red social X. Por su parte, la organización no gubernamental Médicos Sin Fronteras (MSF) ha destacado que estas nuevas órdenes de evacuación están empujando a decenas de miles de personas a huir hacia el sur mientras la zona, en la que cerca de un millón de personas viven en condiciones "inhumanas", es objetivo de bombardeos y una nueva incursión. La ONG ha denunciado que estas evacuaciones y los bombardeos israelíes están convirtiendo el norte de Gaza "en un páramo inhabitable" y ha recordado que, además, desde el 1 de octubre no se permite la entrada de suministros humanitarios en la zona. "La última medida de expulsar por la fuerza y con violencia a miles de personas del norte de Gaza hacia el sur está convirtiendo el norte en un desierto sin vida, al tiempo que agrava la situación en el sur, donde más de un millón de personas ya viven encajonadas en una pequeña porción de la Franja de Gaza y en condiciones deplorables", ha dicho Sarah Vuylsteke, coordinadora de proyectos de MSF en Gaza. "El acceso al agua, la atención sanitaria y la seguridad es ya casi inexistente, y la idea de que quepan más personas en este espacio es imposible de imaginar", ha recalcado, antes de añadir que "la gente ha estado sometida a desplazamientos interminables y a bombardeos incesantes durante los últimos doce meses. "Ya es suficiente, esto debe terminar ahora", ha remarcado. EVACUACIÓN DE HOSPITALES MSF ha resaltado además que las fuerzas israelíes también han reclamado la evacuación de los tres principales hospitales en el norte de Gaza --los hospitales Indonesio, Kamal Aduan y Al Auda--, que funcionan ya al mínimo de su capacidad y tienen a un total de 317 pacientes ingresados, con unos 80 en cuidados intensivos, según el Ministerio de Sanidad gazatí. De esta forma, ha reseñado que estas instalaciones deben ser protegidas a toda costa y ha pedido a Israel que detenga la emisión de órdenes de evacuación y que garanticen la protección de los civiles, así como permitir la entrada de suministros humanitarios al norte de Gaza. Mahmud, vigilante de MSF, ha relatado su situación tras la nueva orden de evacuación tras huir de Yabalia por la noche para refugiarse en una casa de la ONG en la ciudad de Gaza. "De repente, me dijeron que teníamos que irnos del norte", ha afirmado. "Dejamos nuestra casa desesperados, bajo las bombas, los misiles y la artillería. Fue muy, muy difícil. Preferiría morir a que me desplazaran al sur; mi hogar está aquí y no quiero marcharme", ha destacado. MALAS CONDICIONES EN LA "ZONA HUMANITARIA" Por último, MSF ha apuntado que, si bien Israel ha anunciado una "ampliación mínima" de la "zona humanitaria" establecida en el sur de la Franja, el área está sujeta a órdenes de evacuación y es igualmente insegura debido a que el Ejército ejecuta bombardeos contra ella. Además, muchas personas que viven en la zona padecen enfermedades cutáneas e infecciones respiratorias debido a las condiciones de vida, una situación aún más preocupante ante la llegada del invierno y las bajas temperaturas a las que estará expuesta la población. El Ejército israelí emitió el lunes nuevas órdenes de evacuación a residentes en el norte del enclave, a los que exigió que vayan hacia la "zona humanitaria" designada en el sur. Tras ello, las autoridades gazatíes, controladas por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), denunciaron que la medida afecta a varios hospitales. Naciones Unidas y numerosas organizaciones no gubernamentales han criticado en el pasado a las autoridades israelíes por el uso de estas órdenes de evacuación en el marco de la ofensiva argumentando que suponían un desplazamiento forzoso. Así, han afirmado que estas órdenes de evacuación no se vieron seguidas de la creación de los necesarios corredores humanitarios para garantizar la seguridad de los civiles, situación empeorada en ocasiones por los ataques perpetrados por las tropas israelíes contra estas mismas zonas e incluso las "áreas humanitarias" designadas por Israel. La ofensiva contra Gaza fue lanzada tras los ataques del 7 de octubre de 2023, que dejaron unos 1.200 muertos y cerca de 250 secuestrados, según las autoridades israelíes. Desde entonces han muerto cerca de 42.000 palestinos, tal y como han indicado las autoridades gazatíes, a los que se suman más de 740 palestinos muertos a manos de las fuerzas de seguridad israelíes y en ataques perpetrados por colonos en Cisjordania y Jerusalén Este desde esa fecha.