España se encuentra en un nivel de emisiones de gases de efecto invernadero similar al del año 1990, aunque con una economía de mayor tamaño. Sin embargo, los países de la Unión Europea han reducido sus emisiones conjuntas un 31% desde el año 1990, un descenso que se ha acelerado de forma progresiva durante los últimos diez años. Esta es una de las principales conclusiones del informe Evolución de las emisiones de gases efecto invernadero en España 2005-2022, elaborado por Carbon Hub Liken y publicado por Fundación Naturgy, con recopilación de datos hasta el año 2022. Por el contrario, el escenario español durante ese mismo periodo presenta un perfil muy diferente al europeo, sobre todo por la diferente evolución de su economía, en especial a partir del año 2000. Si a nivel europeo el pico de emisiones se alcanzaba en 1990, en España este pico de emisiones se alcanza considerablemente más tarde, en 2005. Los datos muestran cómo las emisiones totales en España se encuentran en 2022 en niveles similares a los de 1990, aunque con un significativo esfuerzo en la mitigación de emisiones en una economía mucho más grande que la de esa misma fecha. El informe analiza la evolución de la economía española y de sus emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) durante los últimos dieciocho años, coincidiendo con el periodo de implementación del régimen de comercio de derechos de emisión de GEI. En cuanto al sector energético español, --en el que se incluye el transporte, la generación eléctrica y refino, las industrias manufactureras y la construcción--, sus emisiones representan, en términos de CO 2 equivalente (CO2e), aproximadamente un 76% de las emisiones totales. Las emisiones ligadas a la generación de electricidad suponen aproximadamente un 25% de las emisiones del sector energía, con un significativo descenso desde 2005. Por el contrario, las emisiones del sector transporte, y especialmente las ligadas al transporte por carretera, representan un 34% de las emisiones del sector, seguidas de las emisiones industriales (uso de combustibles), cuya representatividad en el conjunto sectorial es cercana al 18% para todo el periodo. Comparando las emisiones del sector transporte por carretera en España, se aprecia un incremento más acusado que su equivalente europeo. Este sector ha incrementado sus emisiones en un 63% desde el año 1990, con la única excepción del año 2020, coincidiendo con la pandemia mundial de Covid-19. En lo relativo a las emisiones relacionadas con la generación de energía eléctrica, éstas han disminuido en mayor grado que las emisiones totales de energía. Así, la reducción desde el año 2005 ha sido del 62%, con una tendencia especialmente llamativa desde 2015. Frente a estas cifras, el sector residencial asume un papel más residual, al ser responsable en España de sólo el 5% de las emisiones de gases de efecto invernadero del país, frente al papel del sector del transporte que acumula el mayor porcentaje. En cuanto a su evolución, desde 2005 las emisiones de los hogares se han reducido en cerca de un 30%. El estudio concluye que esta evolución y tendencia tiene una fuerte correlación con la marcha de la coyuntura económica y con las condiciones meteorológicas estacionales predominantes en cada área geográfica, ya sea por inviernos rigurosos o veranos con protagonismo de olas de calor. En lo relativo a las absorciones, se registra un aumento en su papel en España desde el año 2005, con un aumento del 39%, lo que pone de manifiesto la importancia de su papel en el proceso de neutralización y compensación de emisiones. Durante el pasado año se absorbieron más de 47 mil kt CO 2 e de emisiones de gases de efecto invernadero. De ellas, las tierras forestales son las que desempeñan un papel más relevante, con un 81% de aportación al total.