París, 9 oct (EFE).- El Gobierno francés presentará mañana su proyecto de presupuesto para 2025, que combina recortes de gasto y subidas de impuestos para recortar el déficit público, entre la vigilancia de la oposición de izquierda y de extrema derecha.
El Ejecutivo del primer ministro Michel Barnier avanzó que su objetivo principal se resume en contener el desbocado déficit público, para que termine en 2025 en el 5 %, desde el 6,1 % con que se prevé que cierre 2024 y el 5,5 % de 2023.
Esto se lograría sobre todo a través de un esfuerzo de unos 60.000 millones de euros (con un recorte del gasto de unos 40.000 millones y una subida de impuestos en el entorno de los 20.000 millones).
En un país con una de las mayores presiones fiscales de Europa, el aumento de impuestos será a las familias que ingresen más de 500.000 euros anuales, un 0,3 % del total.
También están en el punto de mira las empresas con más de 1.000 millones de euros de beneficios anuales. En ambos casos, se les pedirá un esfuerzo "excepcional", según avanzó la pasada semana el ministro de Hacienda, Laurent Saint Martin.
Otra medida que puede recibir muchas críticas es que la mayoría de las pensiones de jubilación se revalorizarían con seis meses de retraso, el 1 de julio en lugar del 1 de enero.
El proyecto de ley tendrá que afrontar un campo minado en la Asamblea Nacional, donde el Gobierno no tiene la mayoría y dependerá de la abstención o el voto a favor de la extrema derecha de Marine Le Pen o del bloque de izquierda, que con toda seguridad harán pagar cara al Ejecutivo su respaldo.
Gabriel Attal, el exprimer ministro macronista, avanzó hoy varias objeciones a los pocos detalles conocidos: "El presupuesto que se esboza no incluye suficientes reformas y tiene demasiados impuestos, con el riego de desestabilizar nuestras industrias y la clase media".
Attal señaló, en una comparecencia ante la prensa, que el bloque macronista está "de acuerdo" con aumentar los impuestos a los más ricos, pero lamentó que se haya abandonado el plan del anterior Gobierno para reformar con más recortes el sistema del subsidio de desempleo.
También apuntó que en lugar de congelar temporalmente las pensiones hubieran preferido mayores recortes en los gastos de las entidades locales.
Sin embargo, el presidente de la Asociación de Alcaldes de Francia, el conservador David Lisnard, clamó hoy contra el objetivo del Ejecutivo de recortar en 5.000 millones de euros sus aportaciones a los 450 municipios más importantes el año próximo.
"Una vez más, el Estado pide a los demás que arreglen sus propias torpezas", acusó Lisnard, alcalde de Cannes, a pesar de que es del mismo partido que el primer ministro. EFE