Bruselas, 10 oct (EFE).- La Comisión Europea respondió este jueves al dictamen negativo del Tribunal de Cuentas Europeo (TCE) sobre la regularidad de la ejecución del presupuesto de la Unión Europea para 2023, que atribuyó a diferentes metodologías para evaluar si se ha producido un error y para estimar el impacto financiero del mismo.
Aunque tomó nota de las observaciones contenidas en el informe de los auditores, publicado hoy, el Ejecutivo comunitario rechazó en un detallado comunicado muchas de las advertencias y acogió con satisfacción que hayan dado su visto bueno a las cuentas anuales de la UE por decimosexto año consecutivo.
Los auditores advirtieron de la presión que ejerce sobre el presupuesto de la UE el nivel "sin precedentes" de deuda que tiene el bloque para financiar el fondo de recuperación, así como la inflación y el impacto económico de la guerra de Rusia en Ucrania.
Este primer mandato de la Comisión, capitaneada por Ursula von der Leyen, estuvo marcado, recordó Bruselas, por una serie de crisis sin precedentes que han exigido "soluciones rápidas y eficaces para proteger las vidas y los medios de subsistencia en la UE", dijo el comisario europeo de Presupuesto, Johannes Hahn, en alusión a la pandemia y al impacto de la guerra de Moscú contra Kiev.
Y el periodo analizado, 2023, fue otro año "importante en el que la UE siguió haciendo frente a los desafíos a medida que surgían", añadió Hahn, en un comunicado.
Más allá de alertar de los "crecientes riesgos financieros", el informe del Tribunal de Cuentas da una opinión "desfavorable" por el aumento de errores de gasto por tercer año consecutivo.
En concreto, la tasa de estos errores e irregularidades se ha duplicado desde 2020, cuando se situó en un 2,7 %, hasta alcanzar la cota del 5,6 % en las cuentas del pasado ejercicio.
Sobre este punto, la Comisión recordó que el nivel estimado de error notificado por los auditores "no es una medida de fraude, ineficiencia o despilfarro, sino más bien irregularidades administrativas que no afectan al resultado final de un proyecto y que normalmente se recuperan o corrigen".
Al mismo tiempo, Bruselas dijo que está de acuerdo en que son necesarias mejoras y que está actuando en consecuencia.
Por eso, tomó nota del dictamen negativo del Tribunal de Cuentas Europeo sobre la regularidad del gasto en el marco financiero plurianual (MFP) y de su dictamen con reservas sobre el Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (MRR), que achacó a diferentes metodologías de evaluación.
Y se mostró dispuesta a colaborar "estrechamente" para seguir alineando las metodologías de auditoría y la interpretación de las normas con los auditores.
Bruselas destacó que, como en años anteriores, la sección de ingresos del presupuesto de la UE sigue estando libre de errores materiales, lo que demuestra la "sólida" gestión financiera de los fondos de la UE.
Y dijo que, en la gran mayoría de los hitos y objetivos, las evaluaciones están "alineadas".
Puso como ejemplo que en la auditoría de los pagos de subvenciones del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia en 2023, el TCE estuvo de acuerdo con la efectuada por la Comisión en el 96,5 % de los casos.
Los auditores estimaron que el nivel de error en el gasto de cohesión es del 9,3 %, mientras que la Comisión considera que oscila entre el 1,8 % y un máximo del 2,8 % en su conjunto.
"Es importante señalar que la mayoría de los errores identificados por el Tribunal de Cuentas Europeo son errores o irregularidades, no fraude", subraya.
La Comisión considera que cuenta con un sólido modelo de garantía para prevenir, detectar y corregir errores, con vistas a mantener la tasa de error de cada ejercicio contable y programa por debajo del 2 %.
Para 2023, este objetivo se cumplió, y se prevé que el riesgo estimado al cierre del programa sea de tan solo el 0,9 %, totalmente en línea con los niveles del año anterior.EFE