Bangkok, 8 oct (EFE).- Las autoridades tailandesas celebraron este martes la ceremonia de cremación de las 23 víctimas mortales, 20 niños y tres profesoras, del autobús accidentado que se incendió el pasado 1 de octubre en Bangkok.
Tras cinco días de funerales, los ritos budistas de incineración tuvieron lugar en el templo Khao Phraya Sangkharam de la pequeña localidad de Lan Sak en la provincia central de Uthai Thani, unos 277 kilómetros al noroeste de Bangkok.
A las exequias acudieron familiares de los niños fallecidos, cuyas edades van desde los 6 a los 14 años, y representantes del gobierno.
Los féretros fueron portados uno a uno en carrozas adornadas con flores blancas. Mientras en un panel se colgaron fotos de los niños y sus tres maestras.
El templo también acoge el colegio en el que estudiaban los escolares que iban de excursión en el autobús, que chocó contra la mediana y se incendió al explotar las bombonas de gas que usa como combustible en una autovía en Bangkok.
El conductor del autobús, en el que viajaban 38 niños y seis profesores, se entregó horas más tarde de darse a la fuga y explicó que había perdido el control del vehículo.
Fue detenido por la Policía y acusado de cuatro delitos, incluidos conducción imprudente con resultado mortal y abandonar el lugar del accidente brindar ayuda.
El autobús estaba equipado con 11 tanques de gas natural comprimido, pero solo tenía permiso para 6, y llevaba en servicio 54 años en los que fue sometido a múltiples reparaciones.
Entre los supervivientes, dos niñas de 7 y 9 años sufrieron graves quemaduras en el 20-30 por ciento del cuerpo, mientras que las autoridades están inspeccionando unos 13.400 autobuses equipados con tanques de gas natural en el país para verificar su seguridad.
Tailandia tiene uno de los mayores niveles de mortalidad del mundo en sus carreteras, con unas 20.000 muertes y alrededor de un millón de heridos al año por accidentes de tráfico, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). EFE
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