Sídney (Australia), 8 oct (EFE).- Nueva Zelanda confirmó este martes que el buque de la Marina del país oceánico, que se hundió el sábado pasado frente a Samoa con unas 1.000 toneladas de combustible a bordo, no causó un derrame en las remotas y claras aguas del Pacífico.
Hoy un equipo se submarinistas, ayudados por vehículos remotos, realizó una inspección del HMNZS Manawanui, después de que la víspera el mal tiempo frustrara estas tareas, y descubrió que los tanques de combustible estaban en buen estado y que no había fuga de ningún tipo.
El buque "está muy estable, está tumbado de costado en esa profundidad de agua y bastante estable" a unos 30 metros de profundidad, dijo hoy el comodoro de la Marina neozelandesa, Shane Arndell, a Radio New Zealand.
Arndell también explicó que inicialmente el barco había filtrado líquido mientras se hundía, al asegurar que el vertido que supuestamente había cubierto a las tortugas de la zona- según versiones de los lugareños- no era petróleo.
Más temprano, el primer ministro de Nueva Zelanda, Christopher Luxon, se reunió con los 75 marineros que viajaban a bordo del HMNZS Manawanui y que fueron evacuados en un avión militar el domingo pasado en lo que calificó como "un momento muy sensible" para estos militares.
Las Fuerzas Armadas investigan las causas exactas del accidente, que provocó que el buque se incendiara y se hundiera frente a las costas de Upolu, en el sur de Samoa, tras aparentemente chocar con un arrecife de corales.
El buque neozelandés partió de Devonport en Nueva Zelanda el pasado 28 de septiembre y tenía previsto regresar al 1 de noviembre tras realizar actividades de reconocimiento en el Pacífico Sur.
El Manawanui fue construido en 2019 con un coste de 103 millones de dólares neozelandeses (unos 63 millones de dólares o 58 millones de euros). EFE