Las transiciones de España y Portugal, a lupa con motivo del aniversario de los claveles

Expertos analizan la Revolución de los Claveles y los procesos de transición en Europa, explorando su significado histórico y el legado de libertad y democracia en España y Portugal

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Lisboa, 8 oct (EFE).- Las transiciones de España y Portugal son analizadas este martes y mañana en una conferencia internacional en Lisboa, con motivo del 50 aniversario de la Revolución de los Claveles, como manera de proyectar en el futuro valores como "la libertad, la justicia y la igualdad".

Así lo señaló la directora general de Atención a las Víctimas y Promoción de la Memoria Democrática de España, Zoraida Hijosa, durante la inauguración de la conferencia "Los procesos de transición en la Europa del siglo XX en la conquista y mantenimiento de la democracia" en la capital lusa.

A lo largo de dos días, expertos y académicos van a analizar en el Archivo Nacional Torre do Tombo en Lisboa los procesos de transición en España, Portugal, Grecia y en otros países.

Durante su intervención, Hijosa recordó que la Revolución de los Claveles del 25 de abril de 1974 simbolizó "la esperanza, la lucha y la determinación de un pueblo por alcanzar la libertad y la democracia" y agregó que abrió el camino para que otros países, como Grecia y España, iniciarán sus transiciones y rompieran con "décadas de opresión autoritaria".

En ese sentido, la responsable española apuntó que la memoria democrática "cobra un papel esencial" no solo para recordar hechos históricos, sino para entender "su profundo significado" para las sociedades y cómo moldearon las identidades colectivas.

"La memoria democrática es el puente que conecta el pasado con el presente, permitiéndonos reconocer los sacrificios de quienes lucharon por la libertad y el sufrimiento, de quienes lucharon por la libertad y el perdón y el sufrimiento de quienes fueron víctimas de la represión y de la injusticia", dijo.

Hijosa intervino en la apertura de los paneles en sustitución del secretario de Estado de Memoria Democrática, Fernando Martínez López, que en principio tenía previsto asistir, aunque finalmente no pudo.

El director general del Archivo Nacional luso, Silvestre Lacerda, anticipó, por su parte, que mañana se va a inaugurar una exposición con materiales gráficos y documentos sobre las transiciones de España y Portugal con el fin de "señalar estas fechas tan importantes para los dos países".

Lacerda hizo referencia a "un documento de historia oral", que es aquella señal de radio transmitida por las emisoras de Rádio Renascença, iniciada a las cero horas, veinte minutos y diecinueve segundos del 25 de abril de 1974 para que los militares salieran a las calles en Portugal.

Y destacó cómo el uso de la canción Grândola Vila Morena, que se convirtió en el símbolo de la revolución, fue fortuito, porque en realidad los uniformados habían elegido otra que estaba en la lista de temas censurados y se tuvieron que apresurar a buscar una alternativa.

En el acto también estuvo presente el embajador de España en Portugal, Juan Fernández Trigo, y la comisaria ejecutiva de la Comisión Conmemorativa 50 Años del 25 de abril, María Inácia Rezola.

Esta última señaló que en la década de los 70 Portugal fue un "laboratorio de experimentación política" sobre el que se ha escrito mucho y que muchos autores han destacado la originalidad de la revolución lusa.

Subrayó que en un país poco dado a movilizaciones y celebraciones en la calle el aniversario de la revolución es uno de los pocos acontecimientos donde los portugueses se vuelcan y salen a conmemorarlo.

Asimismo, indicó que los sondeos dan cuenta de que Portugal "se ha reconciliado con su pasado" y prueba de ello es una encuesta realizada este año donde el 81 % de los preguntados considera que la transición es "motivo de orgullo para los portugueses". EFE

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