Kosovo confirma la reapertura de un paso fronterizo para la importación de mercancías serbias

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El Gobierno de Kosovo ha confirmado este lunes la reapertura de uno de los principales pasos fronterizos a las mercancía serbias, casi año y medio después de detener las importaciones para evitar lo que dijo que podrían ser envíos ocultos de armas para separatistas serbios y tras las reiteradas presiones por parte de la Unión Europea y Estados Unidos. El primer ministro de Kosovo, Albin Kurti, ha explicado en una rueda de prensa que esta medida, modificada por el Ministerio del Interior, se aplicará por el momento solamente en el paso fronterizo de Merdar, donde se controlará minuciosamente el transporte de mercancías. Una vez que se disponga de escáneres eficaces para la inspección de vehículos, se abrirán otros pasos, tal y como ha informado la agencia de noticias KosovaPress. Kurti ha agregado que esta medida "es suficiente para los procesos que se avecinan en los próximos días", en referencia a las supuestas amenazas desde Alemania de cara a no permitir su participación en la cumbre del Proceso de Berlín que se celebrará este el lunes que viene (14 de octubre) en la capital alemana si no se levantaba el veto. El primer ministro de Serbia, Milos Vucevic, ha afirmado que con esta decisión Pristina "ha aliviado la tensión que existe desde hace mucho tiempo" debido a la "irresponsable" política de Kurti. También ha subrayado que "lo más importante" es que el suministro de alimentos y medicinas sea ordenado y ha hecho hincapié en que le interesa llegar a acuerdos que "mejoren las condiciones de vida de los serbios", según recoge la radiotelevisión estatal serbia RTS. En junio de 2023, Kosovo ordenó el cierre de las fronteras a las mercancías y camiones procedentes de Serbia, alegando que la medida era en protesta por el supuesto secuestro de tres agentes de Policía por parte de las fuerzas de seguridad serbias. Posteriormente, el Gobierno flexibilizó la medida de seguridad para materias primas y otros productos. La UE ejerce de mediador entre las partes desde hace una década para intentar que normalicen sus relaciones, rotas desde la independencia declarada por Kosovo de forma unilateral en 2008 y que reconocen Estados Unidos y la mayoría de Estados miembros de la UE. La estrategia europea, tras años sin avances en el diálogo entre Serbia y Kosovo, es que las partes aborden cuestiones pendientes y se centren en el cumplimiento de los acuerdos pactados pero nunca puestos en marcha. Las últimas reuniones en Bruselas siempre han estado marcadas por las tensiones provocadas por distintas crisis.

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