Nairobi, 8 oct (EFE).- El debate sobre el proceso de destitución del vicepresidente de Kenia, Rigathi Gachagua, comenzó este martes en la Asamblea Nacional (Cámara Baja del Parlamento), donde esta tarde los 349 diputados votarán para decidir si sigue adelante o no el 'impeachment' (como se conoce en inglés a ese procedimiento).
Gachagua, acusado, entre otros, de corrupción y promoción de la discriminación étnica, negó este lunes en una comparecencia ante los medios en su residencia oficial de Nairobi cada uno de los once cargos presentados contra él, y tendrá esta tarde un turno de dos horas en la Asamblea para volver a defenderse antes de la votación.
"Fui elegido por 7,2 millones de kenianos. ¿Cómo se atreven a sugerir que renuncie sin la participación pública? No tengo intención de renunciar a este trabajo (...). Lucharé hasta el final", dijo el vicepresidente a los periodistas.
La sesión maratoniana, que durará toda la jornada, comenzó con la intervención del diputado Eckomas Mwengi Mutuse, del partido Maendeleo Chap Chap, quien redactó y promovió la moción, presentada ante la Cámara Baja el pasado 27 de septiembre con la firma de 291 de los 349 diputados, más de dos tercios.
"Es un momento histórico porque Kenia nunca se ha enfrentado al 'impeachment' de un vicepresidente", resaltó Mutuse.
En un largo discurso de más de una hora, el diputado por el distrito electoral de Kibwezi Oeste (sur de Kenia) recordó los cargos de los que se acusa a Gachagua, que incluyen corrupción, insubordinación e intimidación y humillación hacia funcionarios públicos, así como otras "violaciones graves" de la Constitución, como promover la discriminación étnica y socavar la unidad nacional mediante declaraciones públicas divisorias.
"El vicepresidente violó su juramento de cargo y lealtad (a la Constitución) debido a sus declaraciones y acciones públicas", aseguró Mutuse.
Para que el procedimiento prospere necesita el respaldo de dos tercios de los miembros de la Asamblea Nacional en la votación de esta tarde.
Tras ese paso, el Senado constituiría un comité de investigación, que debería pronunciarse en un plazo de diez días.
Si el comité considerara que no hay razones para continuar el proceso, este se detendría. De lo contrario, si juzgara válidos los cargos, la moción tendría que ser apoyada por al menos dos tercios de los 67 miembros del Senado.
Si Gachagua es finalmente destituido, su carrera política -es vicepresidente desde 2022 y, desde 2017 hasta 2022, fue diputado de la Asamblea- se acabará: no podrá ocupar ningún otro cargo público en el futuro y, además, perderá todos los beneficios derivados de haber ocupado la Vicepresidencia de Kenia.
Gachagua, de 59 años, y el primer ministro del Gabinete y también titular de Asuntos Exteriores, Musalia Mudavadi, fueron los únicos miembros del Gobierno que no fueron destituidos por el presidente keniano, William Ruto, el pasado 11 de julio.
Entonces, el presidente despidió a la mayoría del Gobierno tras semanas de protestas en Kenia contra los planes del Ejecutivo de subir algunos impuestos y crear otros a través de un controvertido proyecto de ley que se acabó retirando.
"Por supuesto, la oficina del vicepresidente no se verá afectada de ninguna manera", declaró Ruto al anunciar la remodelación de su Gobierno.
Las protestas contra el proyecto de la Ley de Finanzas 2024 derivaron en manifestaciones antigubernamentales promovidas por jóvenes de la generación Z en redes sociales y se convirtieron en la peor crisis de Ruto desde que llegó al poder en septiembre de 2022.
Kenia destaca como estrecho aliado de Occidente y una de las economías de más rápido desarrollo de África, pero las desigualdades persisten y uno de cada tres kenianos sobrevive con apenas dos dólares al día, según el Banco Mundial. EFE