Roma, 7 oct (EFE).- El luso Paulo Fonseca, entrenador del Milan, se marchó "enfadado" este domingo tras la derrota ante el Fiorentina (2-1), en un partido en el que el español David De Gea paró dos penaltis a los 'rossoneri', ninguno lanzado por el estadounidense Christian Pulisic, el encargado designado por el técnico.
"Estoy enfadado... Nuestro lanzador de penaltis es Pulisic, no sé por qué los jugadores cambiaron de opinión. Hablé con él después y le dije que no debería volver a suceder", comentó en rueda de prensa tras el partido.
Pulisic tuvo hasta dos opciones para lanzar desde los once metros, algo poco habitual, pero fueron dos de sus compañeros los que intentaron convertir los penaltis sin éxito.
El primero fue el francés Theo Hernández, en el tiempo añadido del primer tiempo. El capitán cometió minutos antes el primero de los tres penaltis señalados en el partido, aunque su compatriota Mike Maignan salvó los muebles. En su intento por enmendar su error se topó con una mano salvadora de De Gea, la primera de unas cuantas.
El segundo fue el inglés Tammy Abraham, un futbolista que tenía mejores números que Theo desde los once metros. No fallaba desde su paso por el Aston Villa, desde el 10 de abril de 2019. Había marcado 17 en toda su carrera, pero De Gea volvió a aparecer con otra mano clamorosa.
Fonseca dejó claro que el próximo penalti lo tirará, pase lo que pase, siempre y cuando esté en el campo, Pulisic.
El técnico, con todo el revuelo generado por un partido en el que se pitaron 3 penaltis, se mostró en desacuerdo con el criterio arbitral.
"No quiero hablar del arbitraje. Yo amo el fútbol y no quiero contribuir a este circo. Cada cosa, cada contacto es penalti. No digo solo con el Milan, a favor o en contra, sino con todos. Esto no es fútbol·, dijo nada más terminar el duelo a DAZN.
El Monza-Roma también generó polémica. Se quejó el Roma del criterio, pero por justo lo contrario. Por un penalti no pitado sobre Tommaso Baldanzi en los últimos minutos del encuentro cuando el mediapunta recibió un pisotón clamoroso. Una jugada que, en otros partidos de la presente temporada, sí se castigó con pena máxima.
"No suelo venir a hablar, pero lo que ha pasado es inaceptable, el penalti fue claro y el mundo entero lo vio", dijo el francés Florent Ghisolfi, director deportivo del Roma, a DAZN, especialmente enfadado.
"Entiendo que el árbitro puede no verlo pero ¿por qué no interviene el VAR? Exijo respeto, el Roma exige respeto, todo el mundo lo ha visto, queremos respeto. Baldanzi está furioso, sabe el penalti que ha sufrido", sentenció. EFE