La comisión de Asuntos Exteriores y Defensa del Parlamento israelí, la Knesset, ha dado su aprobación a la puesta en marcha de un proyecto de ley que, de acabar finalmente declarado, podría desembocar en la suspensión de las actividades de la agencia de Naciones Unidas para los refugiados palestinos (UNRWA) en el país. El proyecto consta en realidad de dos normativas. La primera, impulsada por la diputada Yulia Malinovsky, del partido Yisrael Beitenu, declararía la interrupción total y absoluta de la comunicación entre la UNRWA y las autoridades isrealíes. Por ejemplo, los ministerios de Asuntos Exteriores y del Interior israelíes no podrían emitir visados de entrada para el personal de la UNRWA y los funcionarios de aduanas no podrían procesar los bienes importados por la agencia, además de la revocación de los beneficios fiscales concedidos a la organización. La segunda, todavía más dura, supondría la prohibición de las actividades de la agencia en territorio israelí, de enorme importancia para su labor en Gaza y en los campos de refugiados palestinos. GUTERRES ALERTA A ISRAEL DE LA GRAVEDAD DE ESTA PROPUESTA De hecho, y según el diario israelí 'Yedioth Aharonoth', el secretario general de la ONU, António Guterres, ya ha enviado una carta al primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, de que la legislación, de ser aprobada, "podría impedir que la UNRWA prosiguiera con sus actividades en los territorios palestinos ocupados" negando así "la ayuda y protección esenciales a los palestinos de Gaza y Cisjordania". "Resulta sumamente preocupante", alerta Guterres en la misiva. "que un estado miembro de Naciones Unidas esté considerando una legislación que contravendría, en términos fundamentales los principios de la Carta fundacional de la ONU". Es más, Guterres ha avisado de que semejante decisión motivaría la convocatoria inmediata de la Asamblea General de la ONU para abordar lo que sería un acontecimiento "de alcance histórico" dado que "la UNRWA es parte integral de Naciones Unidas y es imposible separarla de ella". Malinovski, en declaraciones recogidas por el 'Times of Israel', ha indicado que el paso siguiente consiste en la aprobación del proyecto de ley en dos lecturas adicionales en el pleno de la Knesset, y ha llamado tanto al Gobierno como a la oposición a que aprueben la normativa "para deshacerse de la agencia", enormemente criticada por Israel por su supuesta complicidad con las milicias palestinas, algo que la organización niega categóricamente, "de una vez por todas". Israel acusó el pasado marzo a "un número significativo" de trabajadores de la UNRWA de "ser miembros de organizaciones terroristas", lo que llevó a 16 países a suspender o congelar los fondos, privando de golpe a este organismo de 450 millones de dólares y poniendo en duda la continuidad de sus operaciones. Sin embargo, a mediados de abril, la investigación externa encabezada por la exministra de Exteriores francesa Catherine Colonna descartó que las autoridades israelíes proporcionaran pruebas que acreditasen los presuntos vínculos terroristas atribuidos a varios de los empleados de la UNRWA. De hecho, y en la respuesta a Guterres, el embajador israelí ante la ONU, Danny Danon, ha insistido en que Israel ha proporcionado a la ONU información sobre más de 100 empleados de la UNRWA que participaron en la masacre del 7 de octubre y ha asegurado que la propia investigación interna de la ONU determinó que algunos empleados de la UNRWA son terroristas de Hamás". "La UNRWA ha fracasado tanto profesionalmente (en la construcción de infraestructura educativa y económica) como moralmente, al permitir el libre acceso de los terroristas de Hamás para utilizar sus recursos para llevar a cabo una masacre bárbara y brutal", concluye el embajador. "La UNRWA se ha convertido en parte de Hamás y es hora de que la ONU lo reconozca", ha zanjado.