La energía nuclear divide a los kazajos en histórico referéndum

Kazajistán se pronuncia sobre la energía nuclear en un referéndum donde el 63,87 % vota a favor de construir una central, desatando debates sobre seguridad y dependencia energética

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Kulpash Konyrova

Astaná, 6 oct (EFE).- Unos ocho millones de kazajos, dos tercios del electorado, participaron el domingo en un histórico referéndum que decidía si el mayor productor mundial de uranio hace oídos sordos a su pasado y apuesta por la energía nuclear.

"¿Está usted de acuerdo con la construcción de una central nuclear en Kazajistán?", es la pregunta a la que debían responder los más de 12,2 millones de votantes llamados a las urnas.

Según informó la Comisión Electoral Central (CEC), los primeros resultados oficiales de la consulta no se conocerán hasta la mañana del lunes, aunque los sondeos previos daban una clara victoria del sí.

El Gobierno kazajo lanzó hace meses un alegato en favor de un futuro nuclear. Los seis partidos con representación parlamentaria siguieron al pie de la letra las consignas procedentes de Akorda (Presidencia) e ignoraron las advertencias de los activistas y ecologistas.

Un 63,87 % de los kazajos recogió el domingo el guante. Sólo la segunda ciudad del país, la opositora Almaty, y, en menor medida, la capital se rebelaron contra el ánimo general.

Las autoridades aseguraron que el domingo no hubo ni irregularidades ni incidentes destacados, aunque en vísperas de la votación varios activistas partidarios del no fueron detenidos por planear protestas y disturbios callejeros.

El presidente de Kazajistán, Kasim-Yomart Tokáyev, quien apoyó el sí para reducir la dependencia de los combustibles fósiles, es decir, el carbón, acudió en las primeras horas del día a depositar su voto en un colegio electoral de Astaná.

En un intento de calmar a los detractores de la energía nuclear, Tokáyev abogó hoy porque del proyecto se encargue no una sola corporación extranjera, sino un consorcio internacional que incluya a varias compañías con tecnología punta en ese ámbito.

El país depende en un 80 % de las minas de carbón para la generación de electricidad -un sector altamente contaminante-, frente al 15 % generado por las centrales hidroléctricas y el 5 % por energías renovables.

La construcción de una planta nuclear es un tema sensible en este país, donde miles de personas aún sufren las consecuencias de la radiactividad desprendida por el tristemente famoso polígono de Semipalátinsk, escenario durante la Guerra Fría de cerca de medio millar de pruebas atómicas soviéticas en el nordeste de Kazajistán.

Los que votaron sí esgrimieron como argumento la independencia energética y la reducción de las importaciones de electricidad de Rusia, aunque este país podría ser paradójicamente el encargado de construir la planta a orillas del lago Balkhash.

"Necesitamos la central para garantizar la seguridad energética. A día de hoy tenemos que comprar electricidad a los rusos", comentó a EFE una mujer a la salida de un colegio.

En cambio, la mayoría de representantes de la vieja generación consultados por EFE se mostraron categóricamente en contra del proyecto, sea por la amarga experiencia kazaja con el átomo; motivos ecológicos; el riesgo de una catástrofe como la de Chernóbil o la corrupción.

Según datos oficiales, en los últimos años el número de pacientes con problemas oncológicos aumentó un 25-30 % hasta los 36.000 anuales. Además, la edad de los afectados también ha bajado considerablemente.

Entre los jóvenes tampoco faltaron los escépticos, aunque ninguno de ellos quiso identificarse. "El lago Balkhash es cada vez menos profundo ¿Entonces, de qué proyecto que conlleva el consumo de grandes cantidades de agua podemos estar hablando?", replicó un estudiante universitario.

Según algunos expertos independientes, el desenlace del referéndum estaba escrito, al igual que la victoria del consorcio ruso Rosatom en el concurso internacional convocado por Astaná.

Rusia, que controla parte del mercado de uranio kazajo, ya tiene previsto construir una central nuclear en la vecina Uzbekistán, proyectos fundamentales para el Kremlin ante la dramática caída de los ingresos por exportación de hidrocarburos a Occidente debido a la guerra en Ucrania.

Rosatom, consorcio que es objeto de sanciones por parte de Occidente, compite con la china CNNC, la surcoreana KHNP y la francesa EDF.

"Que se lo lleve el país que tenga más experiencia en este terreno. Los que hayan sufrido menos accidentes", señaló a EFE otra votante, que mencionó a Francia.

Algunos expertos comentaron a EFE que la victoria de un consorcio internacional -Rusia pondría los ingenieros y China los equipos-, solucionaría el problema de las sanciones, más aún cuando Kazajistán tiene excelentes relaciones con ambos.

En cambio, otros advierten de las funestas consecuencias de una situación similar al chantaje militar ruso-ucraniano en relación con las centrales de Zaporiyia y Kursk.

"Esperemos que sea China. Es la única esperanza de seguridad en caso de que se reproduzca en Kazajistán el mismo escenario que entre Rusia y Ucrania", propuso un elector de mediana edad.EFE

(foto)(vídeo)

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