Eduardo Paes, el 'alcalde olímpico' gana en Río por cuarta vez con el respaldo de Lula

Eduardo Paes logra la reelección como alcalde de Río de Janeiro, enfatizando su compromiso con la mejora de la salud, educación y transporte, mientras navega tensiones con las áreas más vulnerables de la ciudad

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Río de Janeiro, 6 oct (EFE).- Río de Janeiro renovó este domingo su confianza en Eduardo Paes, el alcalde que trajo los Juegos Olímpicos en 2016 y supo arrimarse a la figura del presidente Luiz Inácio Lula da Silva para ganar las elecciones por cuarta vez.

Eduardo da Costa Paes, de 54 años, consiguió la reelección en primera vuelta con un 60,44 % de los votos, frente al 30,90 % que obtuvo Alexandre Ramagem, quien era respaldado por el expresidente ultraderechista Jair Bolsonaro (2019-2022).

Formado en Derecho y provisto de una gran habilidad de comunicación, logró en campaña el apoyo de partidos de izquierda y centro-derecha.

Con ese pragmatismo gobernará por otros cuatro años la otrora 'Cidade Maravilhosa', postal para el mundo de Brasil y cuna política de los Bolsonaro.

Su objetivo es transformar la capital fluminense, que aún sufre con altos índices de violencia, sobre todo en la abandonada periferia, en una ciudad "cada vez más justa, más inclusiva y menos desigual".

Paes, hijo de una profesora y un abogado, quiere seguir ampliando las redes públicas de salud y educación, mejorar el deficiente sistema de transporte e impulsar el turismo internacional.

Afiliado al Partido Social Democrático (PSD, centro-derecha), el regidor es uno de esos políticos camaleónicos que ha pasado por varias siglas a lo largo de su dilatada carrera política, que inició cuando tenía 23 años.

Ha sido concejal, diputado federal, secretario en diferentes Gobiernos de Río y alcalde de Río, cargo que ocupó por dos mandatos consecutivos entre 2009 y 2016, año que culminó con la celebración de los Juegos Olímpicos.

Paes aprovechó la cita olímpica, la primera y única vez, hasta el momento, que ha tenido lugar en Suramérica, para asear la ciudad, modernizar la deteriorada zona portuaria, mejorar las infraestructuras y ampliar la red de transporte.

Salpicado por corrupción

Aunque ello también vino acompañado de investigaciones por supuesta corrupción. A Paes se le acusó de recibir sobornos para favorecer determinadas empresas en licitaciones públicas para obras destinadas a las Olimpiadas. Él siempre se declaró inocente.

Terminados sus dos mandatos, Río se sumió en una profunda crisis económica y de seguridad.

En este tiempo, trabajó como consultor del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en Washington, y fue directivo del fabricante chino de vehículos BYD, después de perder las elecciones al Gobierno del estado de Río en 2018, en pleno ascenso bolsonarista.

Pero regresó a la política por todo lo alto con su victoria en las elecciones a la Alcaldía de Río de 2020.

Entonces derrotó en segunda vuelta al pastor evangélico Marcelo Crivella, protagonista de varios escándalos durante su mandato.

De vuelta al poder, apoyó de forma decidida a Lula, al que ya denostó en el pasado, en las presidenciales de 2022, en las que el líder progresista derrotó al ultraderechista Jair Bolsonaro por un estrecho margen.

Católico e hincha del Vasco da Gama, Paes ha sacado pecho desde entonces de la buena sintonía que tiene con el presidente brasileño, quien siempre bromea sobre la habilidad de su aliado para sacarle alguna partida presupuestaria federal para algún proyecto de Río.

No obstante, a Paes, criado en los barrios más nobles de Río, se le afea que gobierna apenas para la pudiente zona sur de la ciudad, frente a las olvidadas favelas, muchas de ellas controladas aún hoy por grupos paramilitares y bandas de narcotraficantes. EFE

(foto)

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