La "Carmen" de Israel Galván, el mito inaudito

Israel Galván presenta una interpretación innovadora de "Carmen" en la clausura de la Bienal de Flamenco de Sevilla, integrando danza, música sinfónica y un coro masculino finlandés

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Sevilla (España), 5 oct (EFE).- El bailaor y coreógrafo Israel Galván ha clausurado esta noche la XXIII edición de la Bienal de Flamenco de Sevilla en el Teatro de la Maestranza con su visión del mito de "Carmen", un espectáculo inaudito en el que su danza se ha mezclado con voces líricas, con la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla y con un coro finlandés de voces -de gritos- masculinos.

También con la guitarra de la cantante María Martín, en cuya compañía ha ofrecido Israel Galván el momento más jondo de la noche, cuando ha bailado sobre una breve tarima de menos de dos metros cuadrados delante de una pantalla blanca iluminada que hacía resaltar aún más su figura y sus movimientos en un escenario completamente negro, en el que solo había cinco sillas y una mesa.

Israel Galván también ha bailado sentado una pieza completa en una de esas sillas y otra sobre la mesa, mientras que fumaba y hacía formar parte al humo de sus bocanadas de su particular coreografía, unas coreografías que, como acostumbra el coreógrafo y bailaor, son una permanente indagación en la que deja entrever sus raíces flamencas.

Aunque probablemente ha sido esta edición una de las Bienales más flamencas, en su sentido tradicional, su director, Luis Ybarra, ha apostado por una clausura que era una sorpresa y que, efectivamente, ha sorprendido al público que ha agotado las entradas del Maestranza y que ha aceptado la propuesta del bailaor, también llena de ironía y de sentido del humor.

El momento de quedarse sólo delante de la pantalla blanca iluminada y taconear también por ritmo de bulerías ha sido el único que ha arrancado del público un "olé" y un "venga, flamenco", por más que el público haya quedado satisfecho y le haya hecho salir a saludar una vez concluido el espectáculo, concebido en conmemoración del 175 aniversario de "Carmen", que se celebra el año próximo.

Pero antes de eso, el bailaor, ataviado de negro, con una camiseta, un pantalón corto y unas medias transparentes que le cubrían las piernas por completo ha interactuado con los cantantes líricos: Nancy Fabiola, José Bros y Ángel Odena, en los papeles de Carmen, don José y Escamillo, respectivamente, incluso con la mezzosoprano llegó a marcarse unos pasos de baile para celebración del público.

Ese vestuario austero y también inaudito lo ha ido combinando Israel Galván con complementos alusivos al fragmento de la ópera en cuestión -el montaje ha estado integrado por los pasajes más conocidos, con una duración de unos cien minutos-, como una montera de torero y un pequeño capote de toreo que vestía sobre los hombros a manera de mantoncillo y que acabó sobre su cabeza.

También ha completado su vestimenta con muchos elementos simbólicos y alusivos a la feminidad, como un abanico, una especie de rosario que devino en cadena, una flor en la cabeza y, sobre todo, una mantilla negra y una peineta, mientras que una pequeña pandereta le ha servido de compañía durante una de sus peculiares coreografías en solitario.

Igualmente ha evocado la figura del toro bailando con una chaqueta de frac y una chistera de las que salían dos cuernos, de modo que cuando Carmen era asesinada de un navajazo al final de la función el bailaor imitaba los movimientos de agonía del astado para caer derrumbado sobre el escenario.

Pero a esa muerte simbólica ha sucedido un fin de fiesta que el bailaor ya había anunciado en un encuentro con la prensa el miércoles pasado, que actuaría junto al coro finlandés Mieskuoro Huutajat Oulu, integrado por veinticuatro hombres que gritan.

Israel Galván ha interactuado con el coro y con su director, Petri Sirviö, ya que mientras bailaba acompasado por los gritos masculinos, el propio bailaor ha gritado para que el coro le respondiera con breves frases en español alusivas al argumento de "Carmen", como "Me vas a matar", "Yo te amo" y "Tú no me amas", entre otras, construyendo entre todos un curioso compás.

Durante todo el espectáculo los taconeos de bailaor se han mezclado con las voces líricas, con la guitarra de María Martín y con la música de la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla, que ha estado dirigida por finlandesa María Itkonen.

Galván ha clausurado una Bienal que fue inaugurada el pasado 12 de septiembre y que ha constado de 62 espectáculos, treinta de los cuales denominados "noches únicas" o concebidos para que sucedan y no para que giren. EFE

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