Brasilia, 5 oct (EFE).- La campaña para las elecciones municipales que Brasil celebra este domingo ha dejado un rastro de violencia con el asesinato de hasta catorce candidatos desde inicios de año, aunque el carácter político de esos atentados aún no ha sido totalmente esclarecido.
Los datos constan en un informe elaborado por el instituto Tierra de Derechos, organización no gubernamental que estudia la violencia política en Brasil y que, durante este año, identificó 145 casos de atentados, amenazas y agresiones asociados directa o indirectamente al proceso electoral.
Entre ellos está el golpe con una silla que el candidato José Luiz Datena, de centro derecha, le asestó al ultraderechista Pablo Marçal en un debate electoral en São Paulo, que tuvo un gran impacto mediático por ser la mayor ciudad del país y la agresión fue transmitida en directo por la televisión.
Pero también figura el asesinato de Marcelo Oliveira, alcalde de João Dias, que aspiraba a la reelección en ese municipio de 2.000 habitantes del interior del estado de Río Grande do Norte, abatido a balazos en plena calle junto a su padre en agosto.
Oliveira fue uno de los catorce candidatos a alcalde o concejal asesinados desde inicios de este año por motivos presuntamente políticos, aunque las autoridades policiales aún no han llegado a conclusiones en ninguno de esos casos.
De acuerdo a la Policía Federal, la campaña también ha dejado unas 2.200 investigaciones abiertas por sospechas de delitos electorales, que incluyen intentos de "compra de votos" y posibles asuntos de corrupción, entre muchos otros.
Los casos de violencia no han estado directamente vinculados a la polarización que domina el país entre el progresismo que encarna el presidente Luiz Inácio Lula da Silva y la ultraderecha que lidera su antecesor, Jair Bolsonaro.
Según las autoridades, han sido asociados a disputas de carácter local, que son más agudas en los pequeños municipios del interior, en los que tiene más penetración el crimen organizado.
Entre los grupos que se sospecha que han financiado candidaturas está el Primer Comando de la Capital (PCC), que surgió hace tres décadas en las cárceles de São Paulo y cuyos tentáculos se expanden hoy por todo el territorio nacional y llegan a algunos países vecinos.
Los comicios serán celebrados en 5.569 ciudades, en las que han sido instaladas 500.183 mesas para elegir a los nuevos alcaldes y miembros de las asambleas municipales.
La única de las 27 capitales regionales que no irá a las urnas es Brasilia, que forma parte del Distrito Federal y tiene un régimen administrativo diferenciado.
En los 103 municipios con más 200.000 votantes, habrá una segunda vuelta el 27 de octubre si ninguno de los candidatos a alcalde supera el 50 % de los apoyos.
Serán en total 155.912.680 electores, representados en un 52 % por mujeres.
En todo el país hay 15.452 candidatos a alcalde, pero con una mínima participación femenina, pues son 13.128 hombres y 2.324 mujeres.
La disparidad de género también aparece en las candidaturas a concejales. Son 277.869 hombres y 150.773 mujeres.
Los mayores colegios electorales son las ciudades de São Paulo, con 9,3 millones de electores, Río de Janeiro (5.009.373) y Belo Horizonte (1.992.984).
Para garantizar la tranquilidad, estarán movilizados todos los cuerpos de seguridad del Estado, así como 23.000 efectivos de las Fuerzas Armadas, que participarán también en la custodia de las 571.024 urnas electrónicas que utilizarán los electores. EFE