Londres, 4 oct (EFE).- El primer ministro Keir Starmer anunció este viernes una inversión de 21.700 millones de libras (25.900 millones de euros) a 25 años en dos proyectos de captura y almacenamiento de carbono (CCS, en inglés) en el norte de Inglaterra, con los que quiere reducir las emisiones contaminantes al tiempo que respalda la base industrial del Reino Unido.
En un acto en el norte inglés, Starmer precisó que el dinero se destinará a construir infraestructuras de captura, transporte y almacenamiento del CO2 bajo tierra en el mar del norte y la bahía de Liverpool, en las regiones de Teeside y Merseyside, respectivamente.
Según el jefe del Gobierno, esta iniciativa dará confianza al sector industrial -por ejemplo en la producción de cemento, acero, cerámica o cristal- para seguir invirtiendo, sabiendo que hay mecanismos para lidiar con sus potenciales emisiones.
Los nuevos proyectos de CCS y CCUS (captura, almacenamiento y uso del carbono), que empezarán a operar en 2028, ayudarán a eliminar 8,5 millones de toneladas de emisiones de CO2 al año, procedentes de la generación de energía, las fábricas y la producción de hidrógeno.
El Ejecutivo laborista espera que su decisión atraiga unos 8.000 millones de libras (9.500 millones de euros) en inversión privada adicional, con la creación de 4.000 puestos de trabajo directos y otros 50.000 a largo plazo.
Starmer declaró que, aunque las renovables son el núcleo de su estrategia energética, "es absolutamente lo correcto" invertir también en CCS y CCUS, a pesar de que algunas organizaciones ecologistas señalan que prolongará el uso de los combustibles fósiles y piden priorizar el aislamiento de los hogares.
"Es importante para cumplir nuestras obligaciones climáticas, y es por eso que los expertos en los debates del clima lo apoyan", afirmó el primer ministro, en alusión a organismos como el Panel intergubernamental de cambio climático de la ONU, que destaca la CCS como una tecnología clave.
"Se trata de reconocer que, en sectores como el cemento, el vidrio y otras industrias vitales, existe un elemento de carbono, y si queremos apoyar a esas industrias en el futuro, debemos hallar la manera de capturarlo", manifestó, precisamente en una fábrica de vidrio en Cheshire.
Consideró que el Reino Unido necesita habilitar "todas las tecnologías a su disposición" para lograr sus objetivos climáticos y aseguró que, por su experiencia en financiación verde y su geología, el país "puede ser líder" en la captura y el almacenamiento del CO2.
"La descarbonización no significa desindustrialización", dijo Starmer, quien prometió no abandonar a las comunidades industriales como sucedió cuando en los años 80 se cerraron las minas de carbón.
El primer ministro mantuvo que, tras la clausura el pasado lunes de la última planta eléctrica británica alimentada por ese mineral, el Reino Unido entra "en una nueva era de renovación nacional", donde podrá liderar en energías y tecnologías limpias y recuperar su identidad como la primera nación industrializada del mundo. EFE