Budapest, 4 oct (EFE).- Viktor Orbán, primer ministro de Hungría, país que preside este semestre el Consejo de la UE, ha defendido este viernes los contactos que mantuvo con Rusia y China sobre una negociación de paz en Ucrania sin haber consultado a sus socios comunitarios.
"Cuando asumimos la presidencia (rotatoria) de la Unión Europea era inevitable que dejáramos claro, partiendo de una postura cristiana, que trataríamos de hacer algo por la paz (en Ucrania). Por ello, nosotros tenemos una misión de paz", afirmó en declaraciones a la radio pública Kossuth.
Pocos días después de que Hungría asumiera el pasado julio la Presidencia del Consejo de la Unión Europea, Orbán inició una gira diplomática por Kiev, Moscú y Pekín sin haber consultado previamente con sus socios comunitarios, lo que causó malestar en muchas capitales europeas.
Tras sus encuentros con los presidentes de Ucrania, Volodímir Zelenski; de Rusia, Vladímir Putin; y de China, Xi Jinping, Orbán creó la etiqueta "misión de paz" para referirse a esos encuentros, mientras que los líderes de la UE aclararon que el primer ministro no dirige ni representa la política exterior de los Veintisiete.
Orbán aseguró hoy que ni Ucrania, que fue invadida por Rusia en febrero de 2022, ni Moscú "tienen la voluntad de paz", y aseguró que su "misión" durará todo el semestre.
El primer ministro añadió que si la comunidad internacional no hace nada, "todo seguirá igual", por lo que propuso crear una situación que conduzca a las dos partes hacia las negociaciones de paz.
Orbán destacó la importancia de la iniciativa "Amigos de la Paz", con la participación de 17 países del sur global y con el liderazgo de China y Brasil para explorar soluciones pacíficas alternativas a la guerra provocada por el ataque ruso.
La Comisión Europea (CE) ha desautorizado a Orbán en esos contactos, aclarando que fueron bilaterales y no en nombre de la UE, y ha reaccionado cancelando la participación de los comisarios en las reuniones informales que tengan lugar en Hungría durante la presidencia de turno.
Países comunitarios como Dinamarca, Suecia, Finlandia, Estonia, Letonia, Lituania y Polonia han anunciado también que no enviarán a sus ministros a los consejos informales en Budapest, mientras que otros, como Eslovaquia o España, se oponen al boicot.EFE