Elecciones municipales en Brasil: menos desinformación y bajo perfil de Lula y Bolsonaro

La campaña electoral en Brasil presenta un contexto inesperado con una menor influencia de Lula y Bolsonaro, menos desinformación y un enfoque significativo en la competitividad local de las elecciones municipales

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Carlos Meneses

São Paulo, 4 oct (EFE).- La campaña para las elecciones municipales en Brasil acaba menos impactada por las noticias falsas y con menos protagonismo del que se esperaba por parte del presidente Luiz Inácio Lula da Silva y el exmandatario ultraderechista Jair Bolsonaro.

Cerca de 156 millones de brasileños están llamados a las urnas el domingo para elegir a los alcaldes y concejales de 5.569 ciudades, en unos comicios que también servirán como una suerte de reválida para Lula, coincidiendo con la mitad de su mandato.

El jefe de Estado no se ha metido de lleno en la campaña y ha limitado su presencia a anuncios en radio y televisión, y actos puntuales en São Paulo y Río de Janeiro.

Según los últimos sondeos de opinión, la popularidad del líder progresista sigue estancada, dividida a partes iguales entre los que evalúan su gestión de forma positiva, los que la rechazan de plano y los que la tachan de "regular".

Bolsonaro (2019-2022) estuvo algo más activo, con viajes a diferentes puntos del país y directos en redes sociales para promocionar las candidaturas de su Partido Liberal (PL), aunque casi desapareció en enclaves tan importantes como São Paulo.

Sus problemas judiciales -investigado por tramar un golpe de Estado contra Lula e inhabilitado por la Justicia Electoral-, la aparente buena salud económica del país y la poca atención de los grandes medios le restaron foco.

De este modo, lo que se esperaba como una campaña altamente nacionalizada, con Lula y Bolsonaro en el centro del debate, no ocurrió, según Marco Teixeira, profesor de Ciencia Política del centro de estudios Fundación Getulio Vargas (FGV).

"La importancia de ambos fue mucho menor de lo que se esperaba, aunque para la segunda vuelta la regla será otra", apuntó a EFE.

No obstante, los grandes partidos han explotado la imagen de ambos, demostrando que la polarización sigue vigente, aunque haya perdido fuerza en las municipales, de acuerdo con Rodrigo Carreiro, investigador del Instituto Nacional de Ciencia y Tecnología en Democracia Digital.

Por otro lado, este proceso electoral se ha visto menos intoxicado por la desinformación, que permeó de cabo a rabo las presidenciales de 2022 entre Lula y Bolsonaro.

"Teníamos una expectativa grande de que la desinformación sería el mayor problema, pero sorprendentemente no lo fue", explicó a EFE Luciano Santos, abogado especializado en derecho electoral y director del movimiento de combate a la corrupción electoral.

La rápida actuación del Tribunal Superior Electoral (TSE), las denuncias de partidos y candidatos, y una mayor concienciación social ayudaron a contener -aunque no erradicar- los bulos (noticias falsas), según Santos.

Además, el último mes de campaña se desarrolló sin X, bloqueada en todo el país desde el 31 de agosto por orden de la Corte Suprema después de que la red social se negara a eliminar una serie de perfiles vinculados a la extrema derecha y dedicados a deslegitimar la democracia.

Los especialistas creen que la suspensión de X tuvo un impacto limitado en la menor circulación de 'fake news', pues las grandes plataformas usadas para ese fin son YouTube, Telegram y Whatsapp, según Carreiro, también director de investigación de Aláfia Lab.

Para Sabrina Almeida, doctora en Ciencia Política e investigadora asociada al Instituto Democracia em Xeque, esto sí pudo influir de alguna forma en la campaña de los candidatos con menos recursos: más propensos a usar X frente a Instagram o TikTok, que requieren más producción.

Asimismo, considera que el debate y la comunicación política quedaron perjudicados pues la red del magnate Elon Musk está más pensada para comentar contenido en tiempo real que el resto de plataformas digitales. EFE

(foto)(video)

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