El sudoeste de Japón, bajo aviso por desprendimientos de tierra tras intensas lluvias

Intensas lluvias en Okinawa provocan alerta de deslizamientos de tierra, con 100 milímetros de lluvia en una hora y recomendación a la población de evitar áreas de riesgo ante posibles inundaciones

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Tokio, 4 oct (EFE).- La Agencia Meteorológica de Japón (JMA) emitió este viernes avisos por posibles desprendimientos de tierra en la prefectura de Okinawa (sudoeste del país), después de las intensas lluvias que han caído en las últimas horas sobre la región.

La isla de Yonaguni, una de las más meridionales de todo Japón, registró alrededor de 100 milímetros de lluvia torrencial entre las 6:00 y las 7:00 hora local de este viernes (21:00 y 22:00 GMT del jueves), lo que implica "lluvias intensas en un corto período de tiempo sin precedentes", según la JMA.

Las fuertes precipitaciones han continuado durante las siguientes horas en diferentes islas de la prefectura de Okinawa, ante lo cual la JMA emitió un aviso por riesgo "extremadamente alto" de deslizamientos de tierra e instó a la población a mantener "una estricta vigilancia" ante los mismos.

Se prevé que el frente, que está afectando también a buena parte del resto de Japón, se desplace hacia el sur durante las próximas horas, aunque las condiciones atmosféricas seguirán siendo inestables sobre una amplia zona de la prefectura de Okinawa, con riesgo de lluvias muy fuertes acompañadas de tormentas eléctricas en algunas zonas.

En este sentido, la JMA pidió a residentes estar atentos a posibles inundaciones, crecidas de caudales de ríos, rayos, tornados, fuertes ráfagas de viento y granizo.

Se esperan también "fuertes lluvias localizadas" en Noto, en la prefectura de Ishikawa (centro), que ya fue castigada en septiembre por lluvias récord.

Tras el Terremoto de Año Nuevo en la península de Noto, "incluso una pequeña cantidad de lluvia puede aumentar el riesgo de deslizamientos de tierra y de inundaciones", advirtió la JMA, que pidió a la población mantenerse alejada de acantilados y arroyos. EFE

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