El Gobierno de Estados Unidos y las autoridades de transición de Gabón han acordado este jueves profundizar su cooperación de cara a la finalización del proceso de transición democrática abierto el pasado 30 de agosto de 2023, cuando la junta militar encabezada por Brice Oligui Nguema, actual presidente de transición, dio un golpe de Estado para derrocar al entonces mandatario, Ali Bongo. "El compromiso de Gabón con una transición democrática ofrece una oportunidad para ampliar y fortalecer esta asociación en los sectores económico, ambiental y de seguridad. Estados Unidos reconoce que Gabón ha dado pasos importantes hacia una transición democrática inclusiva", reza un comunicado del Departamento de Estado. Washington también ha anunciado apoyar estos esfuerzos a través de una iniciativa para asistir al referéndum constitucional y a la celebración de unas elecciones "libres, justas y transparentes". Los dos países también fortalecerán sus lazos económicos, comerciales y de inversiones para "apoyar el desarrollo de la economía gabonesa", además de reforzar la seguridad marítima en el océano Atlántico y la capacidad de las fuerzas de defensa del país. Para ello, Estados Unidos proporcionará apoyo logístico y asistencia técnica en seguridad portuaria e instalación de radares dentro de las aguas territoriales de Gabón. "En colaboración con el Congreso, Estados Unidos tiene la intención de proporcionar buques de patrulla marítima y el mantenimiento y la capacitación operativa relacionados para apoyar los esfuerzos civiles para combatir las amenazas a los recursos naturales de Gabón", reza el documento. El martes se reunieron precisamente el secretario de Estado, Antony Blinken, y Nguema para hablar del proceso de transición democrática, tras lo que acordaron tomar medidas de cara al fortalecimiento de sus relaciones bilaterales. El país africano se encuentra en estos momentos dirigido por unas autoridades de transición instauradas por la junta militar establecida tras el golpe, motivado tras denunciar unos "falsos" resultados de las elecciones celebradas días antes, en las que el entonces mandatario recabó el 64,27 por ciento de los votos, por el 30,77 por ciento de su principal rival, Albert Ondo Ossa, quien denunció fraude en los comicios. Todas las victorias electorales de Bongo, que ascendió al poder tras la muerte de su padre, Omar Bongo, en 2009, han estado marcadas por denuncias de fraude. El expresidente sufrió un infarto cerebral en 2018 que le apartó durante casi un año de la esfera pública, si bien declinó apartarse. Apenas unos meses después, en enero de 2019, un grupo de militares protagonizó una asonada que fue desarticulada por las autoridades.