CPI publica seis órdenes de arresto por crímenes de guerra de milicia Kaniyat en Libia

La Corte Penal Internacional emite órdenes de arresto contra Abdurrahim al Kani y otros miembros de Kaniyat por crímenes de guerra, incluidos asesinato, tortura y violencia sexual en Libia

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Imane Rachidi

La Haya, 4 oct (EFE).- La Corte Penal Internacional (CPI) hizo este viernes públicas seis órdenes de arresto por crímenes de guerra en Libia, tres contra altos cargos libios de Kaniyat y otras tres contra miembros de esta milicia, acusados de asesinato, ultrajes a la dignidad personal, trato cruel, tortura, violencia sexual y violación.

Aunque las órdenes de detención fueron aprobadas entre el 6 de abril de 2023 y el 18 de julio de 2023, el tribunal aprobó este viernes hacerlas públicas, a petición del fiscal Karim Khan, que consideró que “el arresto y la entrega pueden lograrse de manera más efectiva” al desprecintar la decisión de los jueces sobre estas órdenes, que fueron aprobadas individualmente.

Uno de acusados es Abdurrahim al Kani, nacido en la ciudad libia de Tarhuna (al sureste de Trípoli), y es sospechoso de tener “responsabilidad penal” en varios crímenes de guerra cometidos por la milicia Kaniyat, formada inicialmente por miembros del clan Al Kani que emergió desde el inicio del conflicto que estalló en Libia en 2011 y en el que fue ejecutado el entonces líder libio, Muhamar al Gadafi.

Al Kani es el líder más notorio de Kaniyat, que formaba parte del denominado “Ejército Nacional Libio” (el LNA), un grupo armado leal al mariscal Jalifa Haftar que ahora ha sido renombrado como “Fuerzas Armadas Árabes Libias”. Al Kani tuvo control total de Tarhuna entre 2015 y 2020, y cuando la ciudad fue capturada por las fuerzas leales al Gobierno de Unidad Nacional (GUN), estos encontraron numerosas fosas comunes.

La Fiscalía alega que Al Kani perpetró directamente o ayudó a perpetrar actos específicos de “trato cruel, tortura y asesinato, o que ordenó, indujo o ayudó e instigó dichos actos”.

La ONG Human Rights Watch aseguró que los residentes informaron de que la milicia a menudo “secuestraba, detenía, torturaba, mataba y hacía desaparecer a personas que se oponían a ellos o que eran sospechosas de hacerlo” y algunos dijeron que la milicia “se apoderaba de propiedades privadas y robaba su dinero”.

La CPI también pide el arresto de Majluf Duma, quien, “según el material disponible, se sabe que el Duma era cercano a Abdurrahim al Kani y ha sido referido como su ‘mano derecha’”, señaló la fiscalía. También se cree que Duma “mató, torturó y/o maltrató personalmente” y su conducta “podría interpretarse como ayuda o instigación para facilitar la comisión de los crímenes de guerra de asesinato, trato cruel y tortura”.

La tercera orden de arresto se emitió contra Naser al Lahsa, y, entre otras cosas, la fiscalía cree que contribuyó a “un sistema de maltrato, tortura y asesinato, que incluía, pero no se limitaba a cometer o participar en actos delictivos específicos en este contexto” y su conducta “refleja que el maltrato severo se llevó a cabo con uno o más de los propósitos que lo convierten en tortura”.

Los jueces también piden la detención de Mohamed Salheen por presuntamente "perpetrar directamente o coperpetrar actos específicos de trato cruel, tortura y asesinato, o ayudó e instigó dichos actos" y, a la luz de la información disponible, su conducta también “podría interpretarse como ayuda o instigación con el propósito de facilitar la comisión de los crímenes de guerra”, incluido de violencia sexual.

La quinta orden de detención afecta a Abdelbari Al Shaqaqi, primo de los hermanos Al Kani y que “ha sido referido como uno de sus socios cercanos, respetado entre los Kaniyat y como uno de sus ‘criminales más peligrosos’”, señaló el tribunal.

Además, la Corte busca el arresto de Fathi al Zinkal al creer que “perpetró personalmente actos de asesinato, tortura, maltrato, violencia sexual y violación” y considerar que su conducta también podría interpretarse como ayuda o instigación para facilitar la comisión de los crímenes de guerra”.

En una reacción a la publicación de las ordenes, el fiscal Karim Khan recordó que, desde junio de 2020, se han exhumado cientos de cuerpos de fosas comunes en y alrededor de Tarhuna, presuntamente víctimas de Kaniyat, e informó de que su oficina recibió “información creíble” de víctimas de crímenes de guerra, incluidos asesinato, ultrajes a la dignidad personal, trato cruel, tortura, violencia sexual y violación.

“En mi visita a Tarhuna en 2022, escuché relatos de personas retenidas en condiciones espantosas e inhumanas, y vi granjas y vertederos convertidos en fosas comunes. Vi el valiente trabajo de los expertos forenses libios que buscaban excavar restos para que podamos, colectivamente, hacer justicia para las víctimas. Escuché a madres que ya no deseaban vivir en sus hogares debido al dolor causado por los recuerdos de cómo sus hijos les fueron arrebatados ante sus ojos”, señaló Khan. EFE

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