Ginebra, 3 oct (EFE).- España ha dado ejemplo en la lucha global contra el racismo en el deporte con la condena en junio de tres aficionados por insultos racistas contra el futbolista del Real Madrid Vinicius Júnior o su adopción del "gesto por incidente racista" creado por la FIFA, destacó este jueves la Oficina de la ONU para los Derechos Humanos.
"Animamos a otros países y entidades deportivas a dar pasos similares y poner en práctica de forma estricta medidas contra el racismo y la xenofobia", destacó la directora de Procedimientos Especiales de la Oficina de la ONU, Peggy Hicks, en un debate sobre racismo en el deporte mantenido en el Consejo de Derechos Humanos.
España fue el único Estado mencionado en el debate, aunque también se subrayó como paso en positivo el hecho de que la UEFA sancionara a siete de los 24 países que compitieron en la última Eurocopa por comportamientos racistas o discriminatorios de sus aficionados.
La condena en junio contra tres seguidores del Valencia "no habría sido posible sin la valentía y perserverancia del propio Vinicius", afirmó Hicks, quien también señaló que su voz y la de otros deportistas comprometidos contra el racismo "deben ser fuente de inspiración".
Recordó además que el jugador madridista colaboró junto a la propia Oficina de la ONU para los Derechos Humanos en el lanzamiento de un mensaje contra el racismo en el deporte el pasado 31 de agosto, con el fin de conmemorar el Día Internacional de los Afrodescendientes.
Hicks señaló que pese a este tipo de avances la lacra del racismo "sigue estando presente en el deporte y a menudo se ve amplificada, dados los millones de personas que cada día siguen estas competiciones deportivas".
"Continúa habiendo cánticos e insultos racistas y comportamientos xenófobos (...) y en el digitalizado mundo actual estos problemas se agravan con las redes sociales, como se comprobó recientemente con el discurso de odio vertido contra dos boxeadores en los Juegos Olímpicos de 2024", lamentó.
Hicks hacía en ese caso referencia al ciberacoso sufrido por la boxeadora argelina Imane Khelif y la taiwanesa Lin Yu-ting.
"El tóxico efecto del racismo en el deporte puede hacer que muchos jóvenes no puedan perseguir sus sueños deportivos, arruinar el disfrute de la competición en los espectadores, y amenaza con extenderse fuera de los estadios a nuestras sociedades", aseguró. EFE