Londres, 3 oct (EFE).- El anuncio de que el Reino Unido devolverá a su excolonia Mauricio la soberanía sobre el archipiélago de Chagos, donde hay una base militar británico-estadounidense en la isla de Diego García, pone fin a una disputa iniciada con la independencia de la nación del Índico en 1968.
En virtud del acuerdo presentado este jueves, el Estado británico mantendrá por al menos 99 años los derechos sobre Diego García y, a cambio, facilitará el desarrollo de Mauricio y el reasentamiento, aunque no en ese enclave militar, de los chagosianos expulsados en los años 70 del siglo XX.
La expulsión por la fuerza de unos dos millares de residentes del archipiélago para dar paso a la base militar se considera uno de los episodios más vergonzosos de la historia colonial moderna del Reino Unido, que afrontó demandas legales de los desterrados y varias condenas en las Naciones Unidas.
Mauricio sostuvo durante mucho tiempo que se vio obligado a entregar Chagos a cambio de su propia independencia, después de que Londres llegara a un acuerdo secreto con Washington para el arrendamiento de Diego García.
El Reino Unido, que inicialmente negó que Mauricio tuviera la soberanía, se disculpó después por echar a los chagosianos -que se refugiaron en Mauricio, Seychelles e Inglaterra- y dijo que devolvería el archipiélago cuando ya no fuera necesario para fines estratégicos.
El acuerdo presentado este jueves, que culminará en un tratado, aportará seguridad jurídica sobre la base de Diego García, considerada fundamental para la defensa occidental, y a los antiguos habitantes de Chagos, muchos de los cuales siguen no obstante sintiéndose agraviados.
En 2012, la Unión Africana expresó su apoyo a Mauricio y en 2015 la Corte permanente de arbitraje de la Haya (Países Bajos) determinó que la creación en 2010 por el Reino Unido de una zona de protección marítima en torno a Chagos violó la legislación internacional.
El 25 de febrero de 2019, la Corte Internacional de Justicia de la ONU, también en la Haya, dictaminó que el Estado británico debía poner fin a su administración del archipiélago chagosiano, al que llamaba desde su escisión en 1965 'Territorio Británico en el Océano Índico'.
El 22 de mayo de 2019, la Asamblea General de la ONU adoptó por mayoría una resolución no vinculante conforme Chagos era parte de Mauricio.
En el Reino Unido, varios chagosianos, encabezados por Olivier Bancoult, perdieron demandas judiciales por el derecho de retorno a su archipiélago.
El 3 de noviembre de 2022, el ministro de Exteriores del entonces Gobierno conservador, James Cleverly, anunció que el Reino Unido y Mauricio empezarían negociaciones sobre la soberanía de Chagos, en base a los dictámenes internacionales.
Algunos chagosianos, que representan diferentes posturas, demandaron al Ejecutivo para que los incluyera en las conversaciones, mientras que otros piden un referéndum para determinar el futuro del archipiélago.
Se cree que la isla de Mauricio, en la costa suroriental africana, fue descubierta, inhabitada, por los árabes en el siglo X y registrada por exploradores portugueses a finales del siglo XV, quienes también ubicaron Chagos en los mapas en 1538.
El primer asentamiento permanente fue en 1638 por la Dutch East India Company neerlandesa, tras lo cual la ocupó Francia en 1715 y en 1810 el Reino Unido.
Mauricio defiende que tuvo una relación económica de largo tiempo con los siete atolones, con unas 60 islas, del archipiélago de Chagos, de los que el mayor es Diego García.
Hasta su expulsión entre 1967 y 1973 por el Reino Unido a petición de EE.UU., en Chagos, y sobre todo Diego García, vivieron personas de África e India llevados allí como esclavos por los franceses. Desde entonces, solo Diego García ha estado habitada, por militares estadounidenses y sus empleados. EFE
(Recursos de archivo en www.lafototeca.com: 11699815)