Madrid, 3 oct (EFE).- Líderes indígenas brasileños denunciaron este jueves en Madrid la indefensión que supone para ellos que la posesión de sus territorios siga sin regularizarse y pidieron a Europa que presione al Gobierno de Lula da Silva para que retome la demarcación que frenó el ejecutivo de Bolsonaro.
La demarcación de tierras indígenas, una obligación del Estado según la Constitución, estuvo suspendida entre 2019 y 2022, durante la gestión de Bolsonaro, y se retomó el año pasado por el Gobierno de Lula.
Sin embargo, de los catorce territorios listos para demarcación, el Gobierno hasta ahora ha regularizado diez y los otros cuatro están pendientes de una negociación.
"Pidan desde España que Brasil cumpla con sus obligaciones", solicitó en Madrid la representante del pueblo Ptaxó Erilsa Braz, tras hacerlo en el Consejo de Derechos Humanos en Ginebra (Suiza), durante una visita a Europa que finaliza mañana.
La razón de este viaje y de la rueda de prensa de hoy en la sede de Manos Unidas en Madrid es que "Brasil pasa por un momento muy sensible", según el secretario nacional brasileño del Consejo Indigenista Misionero (CIMIC), Luis Ventura.
La situación es delicada por el problema jurídico surgido por el denominado Marco Temporal, una tesis que limita los derechos de los indígenas a las tierras que ocupaban el 5 de octubre de 1988, cuando se promulgó la actual Constitución brasileña.
El Congreso aprobó el año pasado una ley que establece el Marco Temporal, pero esa tesis había sido declarada inconstitucional previamente por la Corte Suprema, que ahora ha instaurado una mesa de conciliación para resolver el problema.
"El presidente Lula tiene que defender con más firmeza el derecho de los pueblos indígenas a los territorios de los que son originarios porque así lo señala la Constitución brasileña", insistió Ventura, que lamenta que el país "ha vivido cuatro años de oscuridad con Bolsonaro y aún no ha amanecido con Lula".
El actual presidente de Brasil "ha creado un Ministerio de los Pueblos Indígenas y ha hecho declaraciones que a la comunidad internacional le han parecido muy llamativas, pero la realidad es que los indígenas siguen sin tierras", sentenció.
"Mientras el Congreso habla del Marco Temporal e intenta cercenar nuestro derecho a los territorios, en nuestros comunidades nos amenazan, nos atacan, nos disparan y nos envenenan el agua", según el líder del pueblo Guaraní Kaiowá Simao Mendes.
El propio Mendes tiene una bala en el cuerpo que no le pudo ser extraída tras el ataque que sufrió su comunidad en 2016.
Otra de las líderes presentes hoy en Madrid, Vilma Vera, también tiene una bala en el cuerpo fruto de un enfrentamiento más reciente, el ocurrido en Tekoha Y'Hovy el pasado 27 de julio.
"La violencia no cesa", lamenta Simao Mendes, tras recordar la reciente muerte del joven indígena Neri de Silva en un tiroteo en una hacienda que los indígenas reclaman como parte de su territorio.
"La llamada mesa de la conciliación es un paso atrás -según el representante del Consejo Indigenista Misionero (CIMIC)- porque el derecho de los indígenas al territorio está recogido en la Constitución y estas conversaciones, en lugar de garantizarlo, están intentado limitarlo".EFE
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