El presidente del Parlamento de Georgia promulga la ley que prohíbe la propaganda LGBT

Shalva Papuashvili promulga ley que prohíbe la propaganda LGBT en Georgia, con sanciones severas y críticas de la Unión Europea sobre el proceso legislativo y la falta de consulta social

Guardar

Tiflis, 3 oct (EFE).- El presidente del Parlamento de Georgia, Shalva Papuashvili, promulgó este jueves la ley que prohíbe la propaganda LGTB después de que este miércoles la jefa del Estado, Salomé Zurabishvili, la devolviera sin firmar al Legislativo.

La Constitución de Georgia establece que en caso de que el jefe del Estado no promulgue una ley, la prerrogativa de hacerlo recae en el presidente del Parlamento.

"He promulgado la ley de conformidad con la Constitución", escribió Facebook Papuashvili, que destacó que la nueva norma "defiende los valores más importantes: la familia y los niños".

La ley de 'Valores familiares y la protección de menores', que prohíbe la propaganda de relaciones no tradicionales, los matrimonios entre personas del mismo sexo y la adopción de niños por parte de parejas homosexuales, fue promovida por la formación gobernante, Sueño Georgiano.

La nueva normativa establece una penas de hasta 4 años de prisión por cirugías de cambio de sexo y una multa de hasta 4.000 lari (unos 1.500 dólares) por difundir propaganda de relaciones homosexuales en instituciones educativas.

"La promulgación de la ley provocará críticas de algunos socios extranjeros, pero los georgianos no tememos las valoraciones de otras personas cuando se trata de nuestra fe, cordura y lealtad al país", recalcó el líder del Legislativo.

La Unión Europea (UE), a la que Georgia aspira ingresar, lamentó previamente los planes de las autoridades georgianas de aprobar la polémica ley de manera "apresurada" y sin consultar con la sociedad.

Se trata de la segunda normativa georgiana criticada por Occidente en los últimos cuatro meses después de la aprobación de la ley de Transparencia de Influencia Extranjera, que sus detractores comparan con la que implantó Rusia para acallar a la disidencia. EFE

Guardar