Manuel Sánchez Gómez
Londres, 3 oct (EFE).- El 2 de octubre de 2018, un aficionado del Aston Villa, harto del juego y el estado de su equipo, lanzó un repollo a Steve Bruce, por entonces entrenador de los de Birmingham. Fue en la previa de un empate a tres contra el Preston North End en el Championship (Segunda división inglesa) y marcó el final del técnico, que fue despedido al día siguiente, dando lugar a un ascenso que culminó este miércoles en Villa Park con el triunfo ante el Bayern de Múnich.
El aficionado, que fue perseguido por la policía de las West Midlans, no acertó a dar a Bruce. "No hay respeto para nadie", dijo el que fuera defensa del Manchester United después de ver el repollo volar desde la grada a su área técnica.
Con el Villa en mitad de tabla del Championship, pocos de los presentes en Villa Park hubieran pensado que seis años después unos fuegos artificiales, un tifo y la pancarta "nuestros villanos son nuestros héroes" darían la bienvenida al himno de la Champions League y al Bayern de Múnich. No un rival cualquiera, no solo un ogro europeo, sino también el equipo al que derrotaron en la final de la Copa de Europa en 1982.
En una de las gradas del estadio se lee el relato del comentarista en aquella final en Róterdam: "Tiene que ser gol, y lo es, ¡Peter White!".
Un día después del lanzamiento del repollo, Bruce fue destituido y llegó Dean Smith al Villa. El técnico inglés consiguió el ascenso esa misma campaña, acabando quinto y llegando al 'playoff', donde en la final derrotó al Derby County de Frank Lampard. Curiosamente, ese día se decidió el futuro de ambos clubes. El Derby County no subió y fue castigado financieramente con numerosas pérdidas de puntos y con un descenso a la League One; el Villa está ahora en Champions League.
El ascenso no fue meteórico, y Smith batalló para no bajar en la temporada 2019-2020 y fue despedido en noviembre de 2021. Fue sustituido por Steven Gerrard y la leyenda del Liverpool duró menos de un año en los banquillos.
Cuando Unai Emery llegó al banquillo del Villa, en la víspera de la Copa del Mundo de Catar 2022, los 'Villanos' tenían solo tres puntos de ventaja respecto al descenso. La contratación del técnico vasco, ahora vanagloriada, por entonces no contaba con el beneplácito de todos, principalmente por una injusta valoración de su etapa en el Arsenal.
Emery, objeto de burlas por su inglés entre los aficionados, cogió al primer Arsenal post Arsene Wenger y lo clasificó quinto en Premier, a un punto del cuarto, además de llegar a la final de la Europa League, donde cayó contra el Chelsea. "Le hubiera ido bien si le hubiesen dado más tiempo, es un genio de la táctica", reconoció Thierry Henry este miércoles en la retransmisión de CBS.
Para el que piense que la etapa de Emery en el Arsenal es un punto negro o que el técnico no es de buen recuerdo allí, debería saber que en la sala de prensa del Emirates Stadium aún cuelgan dos fotografías de Emery junto a algunas que rememoran los éxitos más importantes del club.
El preparador vasco, por entonces en el Villarreal, rechazó al Newcastle, pero sí aceptó la oferta del Villa, a priori un lugar menos agradable. Había dicho que no al Newcastle saudí para embarcarse en una aventura con un club que luchaba por no descender. Además, abandonaba al Villarreal ganador de la Europa League.
La llegada de Emery fue un éxito inmediato, con el equipo séptimo en Premier y clasificado a Europa por primera vez en más de una década.
Emery, además, ha transformado el club de Birmingham, contratando a una veintena de preparadores españoles para la ciudad deportiva, y estando acompañado de Monchi en la parcela deportiva y de Pako Ayestarán como su principal asistente.
El tifo que desplegaron los aficionados antes del partido ante el Bayern era esclarecedor de quién saben que es el responsable de esto. Emery presidía la fotografía, rodeado de sus jugadores.
No se sabe qué ocurrió con el aficionado que lanzó el repollo a Steve Bruce en el otoño de 2018, pero sí que está claro que aquel incidente marcó el punto final de una etapa y el comienzo de un éxito que ha tenido su punto culmen inclinando al Bayern de Múnich enfrente de 40.000 'Villanos'. EFE