Río de Janeiro, 3 oct (EFE).- El 90 % del área deforestada en la Amazonía brasileña, entre 1985 y 2023, fue para abrirle paso a pastizales, que crecieron un 363 % en el período, según un estudio divulgado este jueves por la plataforma científica Mapbiomas.
La superficie de pastos en la selva tropical más extensa del planeta tuvo una expansión de 46,3 millones de hectáreas en casi cuatro décadas, con lo que para 2023, el 14 % del área total del bioma estaba conformada por pastizales.
Solo el año pasado se registró un crecimiento del 3,92 % en pastizales en la Amazonía brasileña, que pasaron de 56,8 millones de hectáreas en 2022 a 59 millones de hectáreas en 2023.
Según el nuevo estudio de Mapbiomas sobre el uso de la tierra, la mayor expansión de pastizales en el bioma durante el período se dio en tres estados: Amazonas, Acre y Rondônia.
El estudio también resalta que el bioma perdió el 14 % de su vegetación nativa en ese lapso por la deforestación. En números totales, fueron 55,3 millones de hectáreas en esos 39 años.
Para Jailson Soares, investigador del equipo Amazonía en MapaBiomas, se trata de una cifra "alarmante" que puede llevar al bioma a una degradación irreversible.
"La continuidad de esa pérdida puede llevar a la región al llamado "punto de no retorno", o punto de inflexión, etapa en que el bioma amazónico perdería su capacidad de mantener funciones ecológicas esenciales y de recuperarse de disturbios como incendios y explotación maderera", sentenció.
El estudio señala que el sector agropecuario creció un 417 % en la Amazonía brasileña en las casi cuatro décadas.
Según los datos de Mapbiomas, los cultivos aumentaron un 4.647 %, al pasar de 154.000 hectáreas en 1985, a 7,3 millones de hectáreas en 2023.
Casi la totalidad del área agrícola en el bioma corresponde a cultivos temporales -aquellos cuyo ciclo vegetativo es inferior a un año-, con predominio de la soja, que representa el 80,5 % del total.
Ya la superficie de caña de azúcar aumentó progresivamente, de 192 hectáreas en 1985, a más de 90.000 hectáreas en 2023.
El Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva aspira a lograr una deforestación ilegal 'cero' hasta 2030 y ha reforzado los recursos para fiscalizar el cumplimiento de las normas ambientales, después de la flexibilización que se vio durante los años de mandato del ultraderechista Jair Bolsonaro (2019-2022). EFE